El precio del aceite se volvió un problema nacional desde que el gobierno anunció el cese del acuerdo que el Estado mantenía desde 2008 con la industria aceitera. Este arreglo obligaba a mantener un cupo fijo para la venta para el consumo. A partir de la liberación y suba consecuente del precio, se creó un círculo vicioso con rumores de un aumento del 30% a partir de agosto, que hizo que los supermercados no sacaran a la venta el producto como medida preventiva.

Sin embargo, en el día de hoy, se produjo una reunión de envergadura, ya que tres ministros del gabinete nacional –por Producción, Francisco Cabrera; por Agroindustria, Ricardo Buryaile; por Hacienda, Alfonso Prat Gay– se reunieron con los representantes de las grandes cadenas de supermercados. Luego de una hora y media de encuentro, los empresarios finalmente se comprometieron a mantener el precio del aceite hasta fin de año con una suba del 4% en mezcla y 6% en girasol a partir del mes de agosto.

El secretario de Comercio, Miguel Braun, también presente en la reunión señaló que “el fideicomiso, vigente desde 2008, continuará hasta fin de año y permitirá financiar un segmento de los aceites de consumo doméstico a un precio acorde de mercado». Por su parte, el director ejecutivo de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), Juan Vasco Martínez, se defendió de los rumores y afirmó: «El tema del aceite lo daría por cerrado y llamaría a una reflexión: la semana pasada alguien, desgraciadamente y no sé con qué interés, gritó ¡fuego! en medio de una función de cine y se produjo una compra de pánico que generó un inmediato quiebre de stock».

En números precisos esto significa un incremento de entre $ 0,69 y $ 1,50 para el próximo mes. Ignacio Werner, asesor del Ministerio de Producción, se quejó de que el acuerdo de precios de 2008 “llevó el precio del aceite a un valor muy por debajo del real” y que la actual gestión de Cambiemos ha normalizado la situación “cuidando el bolsillo de las familias argentinas y la conservación del empleo en el sector”.