La decisión de Aerolíneas de sacar de circulación dos aviones Airbus 340 provocó la reacción de los gremios del sector que advirtieron una posible pérdida de cientos de puestos de trabajo. La administración de la empresa indicó que los aviones son alquilados y tiene fecha de devolución en 2020.

El comunicado de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) acusó que un achicamiento de la línea de bandera y advirtió que la salida de los aviones se producirá después de que se retire el actual presidente de la empresa, Luis Malvido.

“La salida de estas aeronaves pone directamente en riesgo cientos de puestos de trabajo aeronáuticos, y genera un perjuicio a todo nivel para Aerolíneas Argentinas, que pudo ser evitado y sobre el que deberán dar explicaciones y rendir cuentas”, argumentó Juan Pablo Brey, secretario General de la entidad.

En tanto, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) informó que solicitó “al renunciado presidente de la compañía que se abstenga de tomar o ejecutar decisiones sobre la flota y que retrotraiga cualquier medida al respecto que afecte a la nueva gestión”. Y en ese orden, mandató a los pilotos del sector a “no realizar vuelos de devolución de los A-340”.  

La compañía difundió una defensa a la que accedió Tiempo en la que informó que los aviones en cuestión “eran 4” y agrega: “Son aviones de más de 20 años de antigüedad, los dos que tiene Aerolíneas fueron fabricados en 1997. Tienen una tecnología obsoleta, que consumen mucho combustible. Tienen 4 motores, y hoy se vuela con dos motores”.

Aerolíneas, según la misiva de la empresa, “tenía en 2015 cuatro de estos aviones. Dos se devolvieron en 2017, y fueron directamente a desarmaderos. Lo mismo va a pasar con los dos que quedan”.

“Los dos que vuelan son alquilados. El contrato original de alquiler se firmó el 10 de julio de 2013. Y se extendió la duración del contrato para estos dos aviones el 7 de marzo de 2018. En ese momento se definió que los vencimientos son para el avión FPV el 09/Enero/2020 y para el FPU el 22/03/2020” redondeó el comunicado.

Brey, de Aeronavegantes, reclamó “una marcha atrás en la decisión” y advirtió al futuro gobierno nacional sobre el tema que “será sin dudas el primer problema que deberán resolver rápidamente para redireccionar nuestra Aerolínea de bandera hacia el único camino que debe tomar: el del crecimiento y la recuperación”.

En línea con el sindicato de pilotos también exhortó a Malvido a “abstenerse de ejecutar acciones de semejante relevancia teniendo en cuenta su carácter de renunciado al cargo, y a días de abandonarlo de hecho. Suficientemente pobre ha sido su gestión como para sumarle una mancha más en su camino de salida”, concluyó Brey.

La conducción de la firma rechazó las críticas con una defensa de su gestión. Argumentó que Aerolíneas en la actualidad tiene ocho aviones más que en 2015 y que “aun con la devolución de los 340, tendrá más aviones que en la gestión anterior”.

En ese sentido apuntó contra los gremios que “plantean que los contratos de compra de nuevos aviones se cerraron en la gestión anterior. Si, es cierto –admitió la fuente-, pero los tuvo que renegociar y pagar esta gestión. En 2015 Aerolíneas tenía una deuda de US$ 1.060 millones por la compra de aviones que hubo que ir pagando en esta gestión”.

El vencimiento del contrato de alquiler “implica que ya no puede volar sin una inversión en mantenimiento muy importante. El avión se desprograma antes, lo que implica que deja de volar, para poder prepararlo para devolverlo al propietario”.

Además el comunicado indica que “no hubo intencionalidad política como dicen los gremios en que uno de esos aviones se desprograme el 9 de diciembre, un día antes del cambio de gobierno. Esto está en el contrato firmado hace más de un año y medio. La desprogramación no implica que se devuelva el avión de forma inmediata. Será la próxima administración la que deberá devolver el avión”.

La versión de la empresa agrega que Aerolíneas se va a quedar con 10 Airbus 330 para operar sus rutas internacionales si bien admitió que la próxima gestión “deberá revisar las frecuencias con las que vuela”.  

“La desprogramación de los aviones no pone en riesgo hoy fuentes de trabajo” aseveró la gestión de Aerolíneas Argentinas. “Qué hacer con los pilotos y los tripulantes de a bordo que vuelan los 340 también será decisión de la próxima administración, que podría reasignarlos a otros aviones de la flota”. Y sumó: La próxima administración deberá definir a qué destinos internacionales quiere volar y en función de ello definir qué flota internacional necesita”.

Por último la administración de Cambiemos en la línea de bandera señaló que en agosto del 2018 “Malvido propuso a los gremios una negociación para discutir precisamente qué hacer con los 340. Les dijo que había que encontrar una forma de hacer más competitiva la operación de la flota internacional, para poder planificar la renovación de esos aviones” y que “si no se abría esa negociación, los aviones irremediablemente se irían y no habría renovación” pero “los gremios se negaron a abrir ese espacio de conversación”.