De un lado, decenas de jóvenes con remeras amarillas y celestes portando carteles denunciando “despidos anti sindicales” del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. Del otro, un par de jóvenes con remeras amarillas y celestes ordenando el tránsito para que los automovilistas pudieran circular por la avenida Corrientes y desviarse ante el corte total de la avenida 9 de Julio sentido al bajo que ya efectivizaban sus colegas.

Así concluyó la protesta que desde las 16 horas organizaron en Av. De mayo y Perú los trabajadores agentes de tránsito de la Ciudad de Buenos Aires que denunciaron al gobierno porteño por el despido de 80 compañeros.

Según los trabajadores, las cesantías constituyen una respuesta disciplinadora a los reclamos de regularización de su trabajo luego del “asesinato” de Cinthia Choque atropellada en septiembre en la Avenida Libertador por el automovilista Eugenio Veppo que, en estado de ebriedad, la embistió junto a su compañero Santiago Siciliano que permaneció internado durante semanas al borde de la muerte y que arrastra secuelas para toda su vida.

Ese hecho, para nada fortuito, puso de manifiesto el nivel de precariedad en el que se desempeñan esos trabajadores que, bajo el régimen de monotributistas, no cuentan con beneficios como la estabilidad laboral, el aguinaldo, las vacaciones, ni la Obra Social de los trabajadores municipales.

En aquel momento se puso de relieve que de los 2.645 agentes solo 852 se desempeñaban dentro de la planta transitoria o permanente del GCBA mientras que la inmensa mayoría lo hacía bajo la modalidad de locación de servicios y sin ART.

Como resultado de aquel trágico desenlace y la protesta cerrada del cuerpo de agentes, el gobierno habilitó una mesa de negociación con voceros de los empleados y la presencia de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad. A partir del 2 de enero comenzaron a ingresar a la planta permanente del estado municipal tres centenares de agentes pero, al mismo tiempo, el ejecutivo decidió no renovar el contrato a 80 monotributistas que, según los representantes ahora enrolados en ATE, coinciden en haber sido animadores y referentes de la pelea contra la precarización y el pedido de justicia por Cinthia y Santiago.

Según los representantes se discontinuó la relación laboral con agentes que ya habían comenzado los trámites para su pase a planta transitoria y, además, los 300 pases a planta ya estaban planificados con anterioridad al hecho.

Desde ATE denunciaron que la medida no sólo persigue un ánimo persecutorio y disciplinador sino que, a la vez, es violatoria de la cautelar dictada por la jueza Patricia López Vergara que prohibió al ejecutivo discontinuar el vínculo laboral con los agentes de tránsito monotributistas o, incluso, empeorar su situación laboral. La misma cautelar ordenó mejorar sus condiciones laborales y brindarles cobertura frente a riesgos de trabajo.

Sobre las 18 horas los trabajadores levantaron el corte y esperan que las autoridades porteñas los reciban para revertir lo que consideran una medida de persecución política y sindical.