El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, reconoció sus intenciones de privatizar YPF “como se hizo con ENTEL”. En diálogo con radio Mitre, admitió además que hay una caída en la producción de crudo y que las tarifas impactan en la inflación, por lo cual culpó al Gobierno anterior. Luego, puso en la mira a la tarifa social y advirtió sus deseos de reducirla. Finalmente, anticipó que para este año falta aumentar las boletas “un 20% más”.

Aranguren habló sobre los aumentos en combustibles y enfatizó: «El quid de la cuestión es lograr más competencia en el mercado y es difícil porque YPF tiene 58% del mercado, que lo recibimos de la herencia de los noventa. Si hubiese sido por mí, hubiera privatizado YPF en dos partes, una con la refinería de La Plata y otra con la Luján de Cuyo, como si hizo con Entel».

Uno de los motivos de esos aumentos es el costo de la producción. «Es claro y evidente que bajó la producción de crudo en los últimos tres años, no ahora, y en todo hay que preguntarse por qué aumentan los combustibles (…) En la historia de producción y procesamiento de crudo en la Argentina, van a encontrar que en noviembre de 2007 se produce una caída y ahora la estamos revirtiendo», aseguró.

Para el ex CEO de Shell, con la «transformación de los impuestos en porcentajes y en gastos fijos», el combustible debería «subir según la inflación» y aseguró que si los precios suben más que eso «el Gobierno puede bajarlo 10% o subirlo 25% y podemos utilizar en una situación de crisis». En ese sentido, recordó que en Enero de 2015, el ministro Axel Kicillof bajó el precio del combustible en un acuerdo precios entre petroleras y Gobierno. Vamos a analizar las posibilidades a seguir. Todo lo que no se recauda por el sector combustibles es algo que va a salir de otro lado, vamos a ver el impacto en cada caso». Luego, remató: «Me preocupa mucho que aumente el gasoil».

Con respecto a los brutales aumentos en las tarifas de luz y gas, relativizó el impacto en la inflación. «En parte sí y en parte no, depende como se analiza, si es en el corto plazo, o largo plazo (…) Tenemos que recuperar un sistema energético porque la gente quiere tener calidad de servicio, y para por un servicio que se le preste que sea acorde a lo que está pagando. Lo que se destruyó en 12 años lleva un tiempo en recomponerlo«.

Según datos de Energía, Edesur y Edenor posee unos 5,3 millones de clientes sobre 13,2 millones de hogares en todo el país. Pero esa cartelización parece no molestarle. Lo que sí le preocupa es la tarifa social. «En el caso de la generación falta para recuperar el costo, por los que tienen la tarifa social, que reciben 4,1 millones usuarios, y tenemos que demostrar que cada vez menos gente necesitan esa tarifa». En el mismo orden, explicó: «Cuando llegamos los subsidios a las tarifas de gas y electricidad eran de 3,3% del PBI. Ya lo bajamos a 1,2% o 1,3% y queremos llegar al 0,3% o 0,4%, con las tarifas sociales. Lo bajaremos en función del éxito en combatir la pobreza. En gas y electricidad tenemos previsto llegar en 2019 a esa meta, con la Patagonia la extenderemos hasta 2023».

Finalmente, adelantó: «Creo que el aumento de este año será un 20% más y falta un 25% o 30% adicional, aproximadamente, además de la inflación. Si la inflación baja, el impacto será menor», sentenció.