El Banco Central disminuyó significativamente el ritmo de depreciación del peso, a juzgar por su conducta en las últimas rondas del Mercado Único Libre de Cambios (MULC). La decisión está relacionada con la desaceleración de la inflación registrada en el último mes.

Ya ingresados en la última semana del año, el dólar mayorista (el que se negocia en el segmento manejado casi a voluntad por el BCRA) subió 5,24% en diciembre, bastante por debajo de lo que había sucedido en los tres meses anteriores: en septiembre se había actualizado en 6,2%, en octubre 6,5% y en noviembre 6,6%.

Al comienzo de la rueda del miércoles, la divisa estadounidense se cotizaba a $ 176,44 en el mercado oficial, con una suba diaria de 39 centavos.

En el Central ratificaron la determinación de seguir “calibrando la tasa de variación del tipo de cambio nominal ubicándola en un nivel acorde con la tasa de inflación, a los efectos de preservar la competitividad externa y potenciar la acumulación de reservas”, tal cual lo reflejó la entidad en su último Informe de Política Monetaria.

En ese sentido creen que el ritmo de “crawling peg” o devaluación gradual administrada es consistente con la inflación registrada en noviembre (4,9%) y con los poco más de cinco puntos que se aguardan para el mes en curso.

El objetivo de acumular reservas se viene cumpliendo con relativo éxito. Según fuentes que siguen la operatoria diaria, la entidad suma compras en el mercado por U$S 1.059 millones en lo que va del mes. Pero atribuir esa tranquilidad al valor del dólar mayorista es relativo: gran parte de lo adquirido se debe al acuerdo con el sector agroexportador para aceptar que liquiden los dólares provenientes de la venta de soja a $ 230 por unidad, un 30% por encima del valor que se reconoce a los demás exportadores.

Sin embargo, este freno en el ritmo devaluatorio no se condice con el salto que pegaron en los últimos días las cotizaciones alternativas. El dólar blue cotizaba este miércoles a 356 pesos, con lo que la brecha volvió a superar el 100%. El MEP costaba unos 341 pesos y el CCL (contado con liquidación) a 345.

Aun así, todo indica que el billete estadounidense, en la variante que se quiera considerar, terminará el año bastante rezagado en relación a la inflación. Mientras se espera que los precios minoristas finalicen 2022 con una variación cercana al 97% (habrá que esperar a mediados de enero para que el Indec difunda su informe oficial), el mayorista acumula una variación de 71% desde comienzos de año y el blue, de 73%. Es decir, en términos reales el dólar volvió a quedar más barato.