Este fin de semana largo, las grandes cadenas de supermercados nucleadas en la Asociación de Supermercados Argentinos (ASU) exhibirán en sus góndolas una serie de cortes de carne a precios congelados que se mantendrán hasta mañana.

Es la curiosa salida a la que pudieron llegar el jueves, después de una reunión de cuatro horas en el Ministerio de Economía, el anfitrión Martín Guzmán; sus pares de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Agricultura, Julián Domínguez; y el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti.

Fuentes del gobierno confirmaron a Tiempo que en la semana, cuando venza este pacto transitorio, «continuarán las conversaciones con el objetivo de arribar a una solución consensuada que garantice la estabilidad del precio de las carnes».

Pero desde el sector empresario anticipan una negociación cuesta arriba y sostienen que el brusco incremento de la última semana «se viene anunciando desde hace varios meses a las autoridades» a las que acusan de no haber tomado en serio el problema.

Según datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), hasta el viernes el comercio minorista de carnes registraba subas superiores al 20%, en una proporción similar a la del precio de la hacienda en el Mercado de Liniers, al pasar en pocos días el valor de la media res de ternera de $ 420 a $ 520 por kilo.

El salto tomó por sorpresa a los consumidores pero también a los comercios y a las autoridades políticas, que contaban con el tradicional aumento de diciembre por las fiestas de fin de año pero no con incrementos de esa envergadura y con un mes de anticipación. Informalmente se supo que la reunión del jueves no fue en los mejores términos. En un clima de «alta sensibilidad» relacionada al tema, las fuentes argumentaron que el acuerdo con ASU se definió «para evitar que las especulaciones que dispararon el precio del kilo vivo en el Mercado de Liniers se trasladaran a la venta directa por la lógica de fin de semana largo».

El público no accederá a la carne con precio congelado por cuatro días en parte de los socios de ASU, ni en los supermercados y autoservicios del interior del país que representa la Cámara Argentina de Supermercado (CAS-FASA). Tampoco estará en las carnicerías de proximidad, que son las que tienen la mayor parte del mercado minorista.

¿Mayores costos?

Desde la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), su titular Miguel Schiaretti, atribuyó el aumento de los precios en Liniers a la combinación de varios factores. En diálogo con este medio señaló «la enorme devaluación y emisión monetaria que viene desde el año pasado» y al aumento en dólares de los precios internacionales de los alimentos que consume el ganado, como el maíz.

Los dueños de las vacas cambiaron la modalidad de engorde de feedlot (el engorde veloz de animales encerrados en corrales) al del campo abierto, cuyos tiempos duplican al anterior. Después de ese período viene otro, de sesenta días, en el que se termina de redondear el engorde en el corral.

Como consecuencia de la mayor demora, planteó Schiaretti, la oferta cayó y eso confluyó con la fuerte demanda de un mercado con más dinero en circulación debido al cobro de paritarias y a subsidios que otorgó el gobierno, especialmente después del resultado de las PASO.

El titular de Ciccra consideró «inmoral» el acuerdo que se anunció para las grandes cadenas de supermercados a las que no accede la mayor parte de los consumidores, y aconsejó abordar el problema de fondo con los típicos reclamos empresarios, en este caso adaptados al sector: eximición del Impuesto a las Ganancias para los kilos de carne producidos por encima del promedio, créditos para la pastura, y amortizaciones «aceleradas» para incentivar la inversión.

Por su parte, Alberto Williams, de la Asociación de Propietarios Carniceros de Capital Federal, reclamó acciones gubernamentales para bajar el precio del asado, que llegó al viernes a $ 1000, y que subiría otros $ 45 por kilo este fin de semana. «

Mayoristas y comercios de cercanía

En otro intento por contener la inflación de alimentos envasados y otros productos de consumo masivo, el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, recibirá el martes a las 15 a la Cámara Argentina de Autoservicios Mayoristas (Cadam) y a referentes de los almacenes y autoservicios de barrio de todo el país, incluyendo a los de la colectividad china. Dos semanas atrás, el funcionario les pidió que se pusieran de acuerdo con una lista de precios congelados para ese segmento del comercio, que se abastece de los mayoristas y es responsable del 70% de las ventas al público.

El titular de la Federación de Almaceneros de la Provincia de Buenos Aires, Fernando Savore, informó a Tiempo que las partes todavía no se pusieron de acuerdo con el listado que pidió el funcionario.

Por esa razón, los comerciantes minoristas reiterarán el pedido que formularon en la primera reunión de una lista que les asegure una rentabilidad de entre el 20 y el 25%. Y sumarán un pedido para que se ordene un congelamiento de por al menos tres meses «porque tratan de congelar dos precios y las empresas aumentan todos los demás», lamentó.

Esta semana, Feletti volvió a declarar, en este caso a radio El Destape, que, además de los aumentos internacionales, la inflación «es causa de la puja distributiva». Un argumento que discute con la tesitura de las grandes empresas, que atribuyen el problema a la emisión monetaria, y que incluso está reñido con la opinión de otros sectores del gobierno nacional.