Los datos de desempleo del primer trimestre de este año indican una caída del desempleo incluso con relación a lo que sucedía en el mismo período de 2019, un año antes de la pandemia y las medidas de aislamiento.

Según los datos oficiales, el 10,2% de los argentinos está desempleado en los 31 conglomerados urbanos en los que habitan poco más de 28 millones de personas.

La recuperación con relación al segundo semestre del año pasado es evidente. En ese momento, el dato había alcanzado el 13,1% de la población que forma parte del mercado de trabajo, aunque estudios privados habían destacado que, en rigor, el desempleo real había llegado a superar el 29% y que ese 13% era el resultado de una salida masiva de trabajadores del mercado de trabajo por voluntad propia, es decir, habían decidido no salir a buscar trabajo. Esto se demostraba en la sensible caída de la tasa de actividad (mide la cantidad de personas que integran la población económicamente activa en relación al total de la población) que se había derrumbado hasta un 38,4% contra el 47,1% del trimestre anterior. Lo mismo ocurre, en menor medida, con la medición actual en comparación con lo que ocurría un año atrás ya que la tasa de actividad, si bien mostró una sensible suba que la llevó hasta el 46,3%, no se recuperó integralmente. Así las cosas, si el desempleo se midiera en función de la población económicamente activa de aquel año, se ubicaría en el orden del 11,7 por ciento.

Dicho de otro modo, si bien el desempleo se redujo con relación al primer trimestre de 2020, existen menos puestos de trabajo en sus diversas modalidades.

De hecho, según datos difundidos por el Ministerio de Trabajo basados en el Sistema Integral Previsional Argentino (SIPA) de la AFIP, en marzo de 2020 el empleo registrado siguió recuperándose, aunque todavía falta generar unos 100 mil puestos de trabajo para volver a los niveles previos a la pandemia. Con relación al mes de febrero, existían 126.700 empleos menos en el sector privado registrado que fueron parcialmente compensados por la suba de 45.200 empleos estatales y unos 31 mil monotributistas que muestran que la pandemia aceleró un proceso de rotación hacia la contratación precaria.

Con todo, si la comparación se realizara con relación a mayo, el peor mes de 2020, se verifica una recuperación de 252 mil empleos, de los cuales 114  mil corresponden al sector privado registrado y casi 110 mil a trabajadores monotributistas.

Menos trabajo en negro

Por otro lado, la pandemia, paradójicamente, generó un proceso de formalización del empleo pero de orden relativo y estadístico. Es que la destrucción concentrada en el empleo informal llevó a que, mientras en el primer trimestre del 2020 el empleo no registrado representaba un 35,8% de los trabajadores asalariados, hoy se ubica en un 32,4% y llegó incluso hasta un 23,8% en el peor momento de la crisis.

De un crecimiento del nivel de actividad del 2,5% en el primer trimestre con relación al año anterior, y con un nivel de empleo un 0,5% inferior, se desprende un incremento de la productividad por trabajador que, a la vez, no resultó compensada por el nivel de los salarios que, de nuevo y según el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, retrocedieron en términos reales un 7% entre marzo de 2020 y la actualidad, y acumulan una caída del 21,3% desde fines de 2017.

Para el IPyPP, dirigido por Claudio Lozano, esa recuperación es la punta de lanza ineludible capaz de reactivar el consumo privado que explica el 70% del PBI.  «

114 millones

Es la cantidad de puestos de trabajo que se destruyeron en el mundo durante 2020 como resultado de la pandemia, según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El estudio, sin embargo, indica que la retracción de la economía impuso la reducción del 8,8% de las horas de trabajo existentes, la mitad de las cuales explican esa caída en la cantidad de empleos mientras que el resto se absorbió mediante suspensiones y reducción de los jornales.

El informe asegura que los ingresos de los trabajadores a nivel mundial se retrajeron un 8,3% y que 108 millones de trabajadores cayeron en la pobreza moderada o extrema durante el período.

El pronóstico indica una persistente caída durante el primer semestre de 2021, que podría generar una leve recuperación hacia el segundo semestre.

SIN DESPIDOS

Mediante un nuevo decreto, el Ejecutivo extendió la prohibición de despidos y suspensiones hasta fin de año. La medida se enmarca en lo dispuesto por el DNU 329/20 fundado en la emergencia económica y sanitaria. Días antes, generó un mecanismo de acceso al seguro de desempleo para cierres totales o parciales.