Soja y China son dos palabras que ya hace varios años vienen unidas a las exportaciones argentinas. Por eso cuando se suma la expresión bloqueo, suenan alarmas de varios colores, tanto en los sectores interesados como en el gobierno nacional. En este caso se trata del cese de compra de aceite de soja por parte del país asiático.

Lo curioso del caso es que las autoridades orientales no dieron información oficial que explicara esa medida. Por eso, las empresas del rubro pidieron al gobierno que indagara sobre las razones que llevaron la exportación de este aceite de 12 a 0 por ciento. Si bien, desde 2009, China construye de manera creciente plantas de procesamiento para producir este producto, fuentes empresariales aclaran que esto no alcanza para explicar la repentina decisión.

Uno de los motivos de peso que explicarían esta medida, y que toma más y más fuerza, es que se trata de una medida de presión por la paralización de las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner en la provincia de Santa Cruz por parte del gobierno de Mauricio Macri a principios de diciembre. La interrupción de las obras proyectadas junto con el conglomerado asiático Gezhouba Group Company, y que comenzaron bajo la gestión de Cristina Fernández de Kirchner y conllevaban un presupuesto de 4714 millones de dólares, implica gastos extra que no estaban previstos en la planificación original.

Aunque la caída del ingreso en la caja no es de gran envergadura hasta este momento, las alarmas alertan especialmente porque se trata de un producto cuya exportación –en sus diversas formas– es la principal exportación del “campo” argentino; y por otro lado, la ampliación de infraestructura china en su propio territorio haría que este país dejara en el futuro de depender de esta clase de importaciones industriales.

En 2015, se exportó alrededor de 9,5 millones de toneladas de soja por 3560 millones de dólares, en su mayoría a China. Este año, en lo que respecta únicamente al aceite de esta semilla se vendieron 4,56 millones de toneladas, el 12% de esa cantidad fue a China. Los empresarios del sector esperan las respuestas del gobierno a sus inquietudes, ya que poco tienen que ver con el tema de las represas santacruceñas.