El gobierno de Japón capacitará a 100 pymes argentinas con el método de trabajo y administración que utilizaron para recuperarse después la Segunda Guerra Mundial. Bautizado para esta ocasión como “Kaizen–Tango”, la aplicación del modelo en nuestro país prevé una inversión de 6 millones de dólares en cinco años, con un programa de medio centenar de becas y la participación de expertos enviados por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), que enseñarán las claves para mejorar la productividad y competitividad.

El anuncio formal de la iniciativa se realizó el miércoles pasado en el Palacio San Martín, con la presencia del embajador de Japón en Argentina, Noriteru Fukushima, la vicepresidenta Gabriela Michetti, funcionarios de ambos países y alrededor de un centenar de empresarios.

El Ministerio de la Producción y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) integrarán un equipo multidisciplinario con la JICA, para lo que ya seleccionaron a las primeras 15 pequeñas y medianas empresas, de sectores tan disímiles como la alimentación, textiles, fabricantes de autopartes y bodegas, entre otros. Además, se dispondrá de más de 50 becas para que ingenieros argentinos puedan realizar su formación y prácticas de gestión en suelo japonés.

En diálogo con Tiempo, el embajador Fukushima recordó que en México se realizó una experiencia similar de tres años, al tiempo que destacó que “la Argentina es un país con mucha potencialidad para todo el mundo”, por lo que se decidió que el proyecto de cooperación técnica se amplíe a cien empresas en un período de cinco años.

“El modelo – agregó – puede sintetizarse en los conceptos de disciplina, orden y planeamiento. Sin planificación se pierde tiempo y eficiencia. Por ejemplo, si en una planta hay que caminar para ir a buscar un tornillo se desperdician minutos que luego se convierten en horas, por lo que es importante cambiar el ambiente de trabajo para mejorar la productividad”.

“El Kaizen Tango significa un compromiso de ambos países para mejorar la competitividad y productividad de pymes argentinas a través de nuestro sistema de management japonés, ya utilizado en empresas como Toyota y Honda. Además, como Japón tiene interés de aumentar la presencia de sus empresas en este país, deseamos que cada vez más pymes argentinas puedan lograr una mayor efectividad para poder proveer a dichas compañías”, finalizó el diplomático.

Es una obviedad decir que en esta capacitación resulta clave el rol de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón, un organismo que tiene oficinas en la Argentina desde hace treinta años. Su representante, Tatsuhiro Mitamura, recordó que en el período 2009-2010 ya se había realizado un proyecto piloto de asesoramiento tecnológico con el INTI, en el que participaron 30 empresas de nuestro país.

“Nuestra metodología se aplica en todo el mundo y no tengo dudas que también lograremos hacerlo con éxito en la Argentina, aunque tengamos que adaptar algunos detalles a las características propias del país. Es importante aclarar que incrementar la productividad no implica ninguna reducción de personal”, explicó Mitamura a Tiempo.

El especialista precisó que “además de invitar a los argentinos a cursos de capacitación en Japón, traeremos a nuestros expertos para trabajar en áreas de mejoramiento de manejo empresarial, medio ambiente, agroindustria y sobre todo floricultura, ya que muchos descendientes nikei se dedican a esta actividad en la Argentina”.

Respecto a la metodología de trabajo, se informó que el diagnóstico en cada empresa se extenderá entre seis a ocho meses, durante los cuales expertos japoneses junto a representantes del INTI visitarán las plantas para analizar y recomendar un conjunto de acciones que abarquen criterios de gestión, calidad y organización. La asistencia por parte de JICA y del INTI será gratuita para las empresas seleccionadas. Dada la urgencia de promover la industria, se acordó alcanzar cierto nivel de mejora de la productividad y calidad del primer grupo de empresas seleccionadas dentro de los primeros 12 meses.