Intelectuales y pensadores que pertenecen al Frente de Todos advirtieron sobre el peligro de prolongar las internas dentro de la coalición gobernante frente a los discursos de derecha que se expanden con fuerza. Consideraron que es importante encontrar un mecanismo para zanjar las diferencias y lograr espacios de participación. Además, indicaron que la unidad es “la única manera de salvar la democracia” ante el avance de las expresiones autoritarias.

El diagnóstico es similar: las internas públicas que evidencia la coalición gobernante solo llevan a la derrota en las elecciones presidenciales de 2023 y al avance de la una derecha radicalizada. Tiempo Argentino habló con referentes del pensamiento del campo nacional y popular que meses atrás se expresaron a través de las dos cartas públicas y que hoy alertan sobre el riesgo de sostener esta situación.

El filósofo y asesor presidencial Ricardo Forster consideró que hay que priorizar la unidad para “evitar el daño gigantesco” que implica la victoria de “una derecha que cada vez se derechiza más”. “Es un problema central que, si no se resuelve, le abre el camino a un retorno de la derecha recargada en la Argentina. Obviamente, hay diferencias sobre lo que hay que hacer en el mapa económico y social, pero hay que ir más allá  de esas diferencias que están en el origen de la propia construcción del frente”, afirmó el pensador, que fue uno de los firmantes de la primera carta publicada el 13 de marzo bajo el título “La unidad del campo popular en tiempos difíciles”.

“Creo que hoy están priorizando más la diferencia con respecto a qué hay que hacer en el plano económico social, que la identificación clara del enemigo principal. Digo enemigo y no adversario porque la derecha argentina se está convirtiendo literalmente en una máquina de destrucción de la vida social y de la propia democracia. Frente a ese enemigo que amenaza con regresar y ganando las elecciones, hoy más que nunca la prioridad es reconstruir esa unidad de origen que le dio la potencia y la capacidad de triunfo a la fórmula Fernández-Fernández en 2019”, agregó Forster.

Por su parte, el filósofo y politólogo Eduardo Rinesi sostuvo que es necesario recuperar el frente electoral ante “el programa con el que avanza la derecha, que es particularmente asustador”. “La coyuntura no nos permite otra alternativa que recuperar este gran espacio de defensa casi de las condiciones mínimas para la vida democrática en la Argentina. Es una derecha antilibertades, antiderechos, antivida, no es democrática. Es muy penoso tener que estar argumentando que es necesario el sostenimiento de este frente por todo lo que está en peligro, porque lo que puede venir puede ser tremendo. Sería una irresponsabilidad de los actores políticos, que han tenido la capacidad de generar esta fuerza, terminar con esta experiencia. Me parece que es la única que puede salvar la democracia”, enfatizó el pensador, que adhirió a la segunda carta, publicada el 22 de marzo con el título “Moderación o pueblo” y que fue leída como una crítica al sector de Alberto Fernández.

Tanto Forster como Rinesi entienden que personajes como el diputado de extrema derecha Javier Milei tensan el discurso y lo corren hacia extremos a los que antes no había llegado. En una de sus últimas declaraciones, el economista sostuvo que no tiene porque sentir vergüenza “de ser un hombre blanco, rubio y de ojos celestes”. Y habló de cerrar el Ministerio de las Mujeres “porque la única igualdad es ante la ley”.

Rinesi sostuvo que su irrupción “revela la audibilidad de un conjunto de barbaridades que hace algún tiempo no eran audibles, mensajes que no eran aceptables ni tolerables”.

Mientras que Forster analizó: “Ni Milei ni Espert hoy pueden ganar una elección, pero lo que hacen es irradiar e inundar con su discurso de odio, de violencia, de descalificación, al conjunto de la oposición política”.

Por otro lado, Rinesi indicó que las nominaciones entre “albertistas” y “cristinistas” deben ser dejadas de lado para superar el hiato que aqueja al Frente de Todos. “Hay un modo del que hay que tratar de escapar; si seguimos pensando en términos de una disputa, estamos al horno con papas. Hay que pensar con menos nombres propios y con más convocatoria a una discusión más amplia entre muchísimos más actores. La pregunta sobre Alberto y Cristina empobrece y entorpece la discusión, no la hace posible. Me gustaría que pudiéramos dejar de discutir si somos albertistas o cristinistas. Me gustaría poder no ser ninguna de esas dos cosas para poder hacer un aporte más importante y genuino a la construcción”, dijo.

Además, consideró que es fundamental encontrar espacios de conversación en todos los niveles. No solo en las primeras líneas del gobierno. Llamó a crear un espacio público más ancho, en mesas de conversación que incorporen a las militancias políticas, sociales, sindicales y culturales, además de personas que no están organizadas. “Eso haría posible llegar a un conjunto de acuerdos importantes, a un programa común, a una plataforma hacia donde seguir. Llegar a algunos acuerdos sobre política económica, fiscal y de distinto tipo para lo que falta. Tengo la impresión de que no se está pudiendo llegar a esos acuerdos por falta de una convocatoria amplia. Hoy no parece haber convocatoria, ni ningún anfitrión”, pidió.

Forster llamó a tomar decisiones políticas que logren puntos de sutura. “Hoy creo que lo fundamental son medidas que impacten sobre la vida social, que tengan que ver directamente con la distribución y, de cara dentro del Frente de Todos, para reconstruir el escenario. Pero para que haya 2023 tiene que haber un 2022 en donde las fuerzas que integran el frente puedan encontrar esos puntos de sutura. Si no se encuentra eso, si no se define ese camino, vamos a estar en grandes problemas”.  «

Renta inesperada: demoras

A cinco semanas de que el ministro Martín Guzmán anunciara que se trabajaba en la creación de un nuevo tributo sobre la renta inesperada, todavía no hubo noticias sobre su implementación. En una entrevista televisiva, el titular del Palacio de Hacienda dijo que «se está trabajando en detalles técnicos», pero no hay pistas sobre su puesta en marcha ni de su envío al Congreso para que lo apruebe.

Las firmas vinculadas a la exportación de cereales y de energía, commodities cuyos precios se dispararon a partir de la guerra en Ucrania, iban a ser los principales sujetos alcanzados por la norma. La idea original era que el tributo se aplicara a las empresas que habían obtenido ganancias por encima de cierto nivel y que las mismas no fueran atribuibles a una inversión previa.

Guzmán habló del tema esta semana en una reunión con movimientos cooperativos de base en Almirante Brown. Allí fue elogiado por los anfitriones, con Emilio Pérsico a la cabeza: «Este es el mejor gobierno en términos de economía popular», dijeron voceros del Movimiento Evita.