La incertidumbre para los trabajadores de la cooperativa La Nirva, ubicada en Lomas del Mirador, partido de La Matanza, continúa. En esta fábrica, que durante décadas elaboró y comercializó el conocido alfajor “Grandote” las trabajadoras –porque la mayoría de su plantel lo integran mujeres- desde 2019 tomaron el control de la producción, luego de que el empresario Matías Paradiso, a partir de agosto de ese año, dejara de pagar los sueldos y comenzara lo que ellas y ellos definen como un “vaciamiento”.

Este empresario se había hecho cargo de la fábrica tan solo un año antes. Imposibilitados de producir el alfajor “Grandote”, ya que la marca sigue en manos del empresario, los 55 actuales cooperativistas se dedican a producir alfajores a pedido para diferentes marcas, y en diciembre también elaboraron pan dulce.

En medio de la situación de falta de pago de los salarios, el 24 de diciembre de 2019, en vísperas de Nochebuena, el empresario anunció el pago de lo adeudado con la emisión de cheques que, finalmente, no tenían fondos.

A partir de allí, los trabajadores permanecieron en la fábrica y activaron la producción por sus propios medios, mientras comenzaron los trámites para constituirse como cooperativa y obtener, hace un año, la matrícula correspondiente. Asimismo, también actúan en el juicio de quiebra para ser beneficiarios de las máquinas y las instalaciones de la unidad productiva de la cual son acreedores, con prioridad en caso de que el concurso de acreedores derive en la quiebra.

Sin embargo, el último 30 de diciembre, el juez Fernando D’ Alessandro, titular del Juzgado Nacional en lo Comercial Nº 7, dictaminó la orden de desalojo para los trabajadores cooperativistas de la planta ubicada en Dorrego 874 de Lomas del Mirador. Si fecha ni horario para la ejecución de la orden, los trabajadores apelaron judicialmente y, si bien la medida aun no se llevó a cabo, la incertidumbre sigue.

Escuchar a las dos partes

En comunicación con Tiempo, Paula Rojas, una de las trabajadoras que sostienen a 55 familias, recordó: “El fallo salió un justo un día antes de festejar Año Nuevo, y determina el desalojo de todos los compañeros trabajadores de adentro de la fábrica. El juez se fundamenta en escuchar solamente a una de las partes, que es al dueño Matías Paradiso, y no ve a la otra parte, a los trabajadores que fuimos estafados por este señor, que nos estafó con cheques sin fondo, desde agosto de 2019 no cobramos nuestro sueldos, no pagaba obra social, ni aportes jubilatorios”.

“Lo que este señor dice en la causa es que quiere poner a trabajar la fábrica, lo cual nosotros sabemos que es mentira, porque mientras la tuvo en sus manos lo único que hizo fue vaciarla y despedir gente”.

Asimismo, Rojas también detalló que el empresario efectuó una sola oferta, rechazada por los trabajadores, “de 550.000 pesos para cada trabajador, sin importar la antigüedad y sin ninguna continuidad laboral”.

Por el momento, las respuestas de la justicia son imprecisas. “Por la apelación, el desalojo quedó, por el momento, en suspenso. Después, el dueño volvió a pedir el desalojo, la jueza que estaba de turno no le dio lugar, y ahora vamos a ver qué es lo que sucede en estos días, con los juzgados que ya empiezan a trabajar”, contó Rojas.

Mientras tanto, el sábado pasado llevaron a cabo un festival solidario en la puerta de la fábrica, con el respaldo de organizaciones, vecinos, buffet económico y la participación de diversos artistas. Para este jueves, están ajustando detalles para llevar a cabo una concentración en el Obelisco que incluiría una movilización, en principio, al Juzgado Nacional en lo Comercial Nº 7.

Además de mantener la producción, permanecer en la fábrica en forma continua, organizar actividades para conseguir respaldo y solidaridad y plantear la lucha desde lo judicial, Rojas adelantó que estos trabajadores cooperativistas también trabajan por impulsar un proyecto de ley provincial que determine la expropiación de la unidad productiva.