Trabajadores del servicio nacional de sanidad agroalimentaria, Senasa, y de organismos bonaerenses, se manifestaban hoy en la autopista Riccheri, cerca del Aeropuerto de Ezeiza, en el marco de un jornada de lucha de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) contra los despidos, que culminará cerca de las 16 frente al Ministerio de Defensa.

«Estaremos con toda la caravana de 50 vehículos que partió de Azul para reclamar la reincorporación de los 220 despedidos de Fanazul y la reapertura de la fábrica», dijo a Télam Silvia León, secretaria de Organización de ATE nacional.

La referente informó que la columna proveniente de la localidad bonaerense de Azul se sumará a los cientos de manifestantes ya concentrados en la Riccheri, para marchar en conjunto hasta la sede del Ministerio de Defensa de la Nación, en el bajo porteño.

«Esperamos llegar a Defensa cercar de las 16», aventuró León sobre la culminación de la jornada de protesta contra los despidos resuelta hace una semana por un plenario de delegados del Área Metropolitana de ATE, ampliado a otros representantes.

«Estamos reclamando contra los despidos en general -en los niveles nacional, provincial y municipal- y en nuestro caso, en especial, por los 130 despidos y las políticas a nuestro juicio desacertadas que están desmantelando al Senasa», dijo a Télam Jorge Ravetti, integrante de la coordinación nacional de ATE Senasa.

El sindicalista sostuvo que los 130 despidos en ese organismo, «además de ser una cuestión humana y social, tira por la borda el prestigio del Senasa y compromete su capacidad» de control de plagas que afectan a los agroalimentos.

Citó como ejemplo que la enfermedad HLB que ataca a la producción citrícola «ya está en Entre Ríos, mientras esta política de desmantelamiento y despidos acaba de levantar las barreras sanitarias en esa provincia, en Corrientes y en Tucumán».

Ravetti recordó también las gestiones que en su momento hizo el actual gobierno para reabrir el mercado de Estados Unidos a la producción argentina de limones y las contrastó con estas decisiones que, en su opinión, ponen en riesgo sanitario a los cítricos.

Finalmente, señaló que, «según el relevamiento realizado en organismos nacionales por el Ministerio de Modernización, en el Senasa faltaban 350 personas en puestos operativos, lo que pone más en evidencia que estos despidos, además de dejar en la calle a los compañeros, destruyen capacidades que el Estado no puede delegar en los empresarios».