Envalentonado por el resultado de las legislativas 2017, el gobierno tomó impulso y apretó el torniquete para asegurarse la aprobación de su paquete de reformas económicas antes de fin de año.

Los proyectos tributario y previsional pasaron en el Congreso pero con consecuencias nefastas: mientras los legisladores levantaban las manos para aprobar las leyes, en la calle las fuerzas de seguridad frenaban a las multitudes con balas y palos a discreción.

Como consecuencia, la reforma laboral quedó en suspenso y con perspectivas inciertas pero el gobierno de Cambiemos no escatima recursos a la hora de imponer condiciones.

Una muestra cabal de esa impronta es el Decreto 27/2018, que anunció ayer el Ministro de Producción, Francisco Cabrera, y que se publicó hoy en el Boletín Oficial. El decreto ordena modificar varias leyes, algo que de movida es carne de polémica; pero, inevitablemente, se revela además como una muestra de la caída contundente de la capacidad del gobierno para construir consensos después de los hechos lamentables de fin de año.

Entre los puntos más polémicos se destacaron, por ejemplo, cambios en la regulación de las importaciones. El decreto automatiza 314 licencias de importación que hasta hoy era no automáticas (LNA), alcanzando productos como laminados de acero; aluminio semielaborado; polipropileno; poliestireno e hilados de algodón.

Esta medida levantó polvareda inmediatamente en los sectores productivos, que vienen lamentando el aumento de las importaciones desde diciembre de 2015. El referente de la Confederación General Empresaria (CGERA), Ariel Aguilar, señaló que la liberación de los hilados impactará en la industria textil, en rigor, en el eslabón de la hilandería, uno de los engranajes de la industria. Antes de estas medidas el crecimiento de las importaciones fue del 35%.

Sobre el resto de los rubros afectados fue cauto a la espera de un análisis pormenorizado del sector. No obstante, analizó las medidas anunciadas como: “Inevitables porque son las que les solicitó la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). El gobierno va a hacer todo lo posible para ser aceptado tanto allí como en la OMC , en TTP (tratado transpacífico), y donde sea para lograr su ‘inserción inteligente en el mundo’», señaló.

Otro eje que ocasionó debate fue la decisión del gobierno de derogar artículos clave de la ley 18.924 para regular el mercado de las divisas extranjeras; como el 4º, que impide que los sancionados por infringir el régimen de cambios puedan operar, entre otros.

También generó críticas la autorización de los llamados bitrenes para el transporte de cargas en camiones. Los bitrenes son formaciones compuestas por un camión y dos remolques, una modalidad que permitiría llevar más carga por unidad, en orden con el objetivo que pregonan las autoridades de hacer más eficiente el negocio de los transportistas.

Sin embargo, la medida ni siquiera concitó la aprobación de los empresarios del transporte de cargas nucleados en la federación FADEEAC, que, sin cuestionar el decreto del presidente Macri, recordaron en reserva que tienen una: “propuesta para el Aumento de la Capacidad de Carga de los Vehículos” alternativa al decreto 27/2018.

Igual que los textiles, los transportistas consultados por Tiempo aseguraron que por ahora están estudiando el decreto del presidente y evitaron profundizar los comentarios sobre la noticia de hoy. Sin embargo aclararon: “Institucionalmente no hay una postura sobre los bitrenes porque el Departamento de Infraestructura y Asuntos Técnicos de la entidad trabaja sobre la propuesta propia”.

Las automotrices, que en 2017 produjeron ahora podrán instalarse en el país sin necesidad de ser autorizadas por el presidente de la Nación, como obligaba la ley vigente. El decreto además benefició a las empresas con la flexibilización del procedimiento para registrar una marca.

La nueva regulación alcanzó el mundo de los aeropuertos: el decreto incorporó nueve terminales aeroportuarias bajo la autoridad de la Empresa Argentina de Navegación Aérea. En el mismo movimiento, el gobierno le retiró injerencia sobre el tema a la Fuerza Aérea, que en los últimos meses se quejó por la llegada de la aerolínea low cost Flybondi al aeropuerto de El Palomar, en el oeste bonaerense. El reclamo de apertura de nuevos aeropuertos es un reclamo que une a todas las líneas aéreas de bajo costo.

Otros puntos que generaron duda son los cambios en el régimen de patentes, el registro industrial y en los trámites para las licitaciones, entre otras aristas de un decreto tan impactante como extenso. La polémica está abierta y promete más para los días que vienen.