Dos días antes del encuentro que mantendrá el ministro de Economía, Martín Guzmán, con la mayoría de los gobernadores del país, cita que boicotean los mandatarios provinciales de oposición de Cambiemos, el Palacio de Hacienda salió a anticipar cuáles serán los ejes de lo que se hablará.

Según una fuente oficial que mantuvo un encuentro con periodistas acreditados en Economía, Guzmán presentará las claves de lo ofrecido hasta ahora al FMI y la respuesta del organismo a esas propuestas. En ese sentido, hay cuatro aspectos que la fuente señaló: uno fiscal, otro monetario, otro sobre las reservas y un cuarto vinculado a la inflación y el poder adquisitivo. Además de los gobernadores, participarán del encuentro empresarios y sindicalistas. La lista de invitados aun no se conoce en detalle.

Respecto del tema fiscal, en una entrevista con la agencia Télam, dada a conocer en la tarde del lunes, Guzmán aseguró que «el déficit fiscal primario del 2021 va a ser más bajo que lo que se proyectaba en el proyecto de ley de Presupuesto e inclusive más bajo que en las revisiones posteriores”. Y enfatizó: “Inclusive es posible que esté por debajo del 3,2% que se había anunciado para 2022. Eso nos presenta de una forma virtuosa sobre la base del crecimiento económico la posibilidad de ir atacando este asunto con una mayor velocidad».

Aplicarle velocidad a la reducción del déficit fiscal seguramente tiene un aval del Fondo. Lo que siempre estuvo en discusión son las consecuencias de esa política. Una parte del Frente de Todos, encabezada por la vicepresidenta Cristina Fernández, considera que la derrota electoral de noviembre pasado se debe en buena medida a la aplicación del ajuste.

El achicamiento del déficit implicará una menor necesidad financiera para cubrirlo en un contexto de una economía que crece (2,5% para los privado; 4% para el gobierno). Eso implicará menor emisión y menor emisión de deuda. Guzmán espera que ello aplaque la inflación. Y una menor inflación implicará una menor demanda salarial por parte de los sindicatos. Y ello debería redundar en una restricción en la pulsión de los formadores de precios de cara al futuro.

De hecho, Guzmán almorzará este martes con un grupo de empresarios de distintos rubros, con lo que hablará de la posibilidad de realizar un acuerdo de precios y salarios, para lo cual precisa el compromiso del sector privado.

El objetivo de Guzmán el próximo miércoles será mostrar estas relaciones con los respectivos índices y datos. También señalará que estos «criterios de desempeño» son los ejes de la pulseada con el Fondo.

El ministro camina sobre un hilo: si el ajuste es más fuerte de lo que ya fue, algo que se preanuncia con lo de darle “mayor velocidad”, puede provocar una recesión, que es un efecto contrario al deseado y que en las actuales condiciones sociales, podría generar focos de conflicto. Del otro lado del hilo tiene la pared del acuerdo con el FMI, que le dejará poco margen de acción.

Tiempo informó en su edición del domingo que “En los últimos días, Guzmán cambió el eje de la discusión: afirmó que con el staff técnico hay ‘entendimientos profundos’, pero dijo que por parte de los accionistas (léase los países que integran el directorio) el proceso para comprender la situación argentina ‘no se ha dado a la velocidad que sería deseable para tener un acuerdo ya con el FMI’”.