Las normas que el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores dieron a conocer entre el miércoles y el jueves pusieron una traba en los negocios financieros que surgieron a partir del límite a la compra de dólares. Las medidas estiran los plazos que deben aguardar los compradores de divisas y de bonos antes de venderlos.

Primero el BCRA reglamentó, a través de la comunicación A-6780, que las personas humanas, que a partir del nuevo régimen cambiario sólo pueden adquirir hasta 10.000 dólares por mes, deben firmar una declaración jurada aceptando que no usarán esos billetes para comprar títulos valores en el mercado secundario hasta que pasen al menos cinco días hábiles. La CNV delegó la verificación de ese plazo en los Agentes de Liquidación y Compensación (más conocidos como agentes de bolsa) y agregó otro período mínimo de cinco días hábiles para desprenderse de los valores que así se adquieran.

El objetivo es desarmar el “rulo”, que se había puesto de moda para hacer una diferencia inmediata en la compra y venta de dólares. La operatoria consiste en comprar divisas, con ellas adquirir bonos y luego venderlos en pesos, aprovechando que su precio en moneda local está subiendo porque se los usa para adquirir dólares a través del mercado electrónico o MEP (comprando bonos en pesos y vendiéndolos en dólares en el exterior). De esa manera se obtenían ganancias de hasta 7%. Los agentes de liquidación coinciden en que con los nuevos plazos establecidos, más las 48 horas para recibir los títulos, la operación llevará al menos 12 días hábiles, un lapso demasiado extenso para suponer que no habrá cambios en las condiciones del mercado.

Los considerandos de la resolución de la CNV señalan que el propósito de estas regulaciones es “contribuir a una administración prudente del mercado de cambios, reducir la volatilidad de las variables financieras y contener el impacto de oscilaciones de los flujos financieros sobre la economía real”. Sin embargo, no alcanzan para eliminar los canales alternativos para obtener dólares por fuera de las limitaciones impuestas y la consecuente variedad de cotizaciones. Este jueves el billete terminó a $ 56,18 en el Mercado Unico Libre de Cambios (MULC), donde actúan los grandes operadores; el promedio de venta al público relevado por el BCRA estaba a $ 58,41, aunque en el Banco Nación se conseguía a $ 57,25; el blue o informal se transaba a $ 60; mientras que a través del MEP (con la compra de un bono en pesos y su posterior venta en dólares) había que pagarlo a $ 65,48. En tanto, en el contado con liquidación, con la compra de acciones y bonos en el mercado local y su venta en el exterior, estaba a $ 68,61, más de 12 pesos por arriba del tipo mayorista.