Las palabras del ministro de Economía, Martín Guzmán, en el sentido de que «hay necesidad de un alivio sustancial» del peso de la deuda en la economía argentina, ratificaron una posición oficial que venía perfilándose desde hace un tiempo. Pero el ministro dio un paso más en ese sentido al asegurar a la agencia de noticias Reuters que «claramente, Argentina no tiene capacidad para pagar los intereses durante los próximos años».

Una fuente oficial con conocimiento del tema le dijo a Tiempo que esa idea «es general» y que se adaptará «a la posibilidad» concreta de cada tipo de bono. En esa lógica, aseguró que «dada la diversidad de papeles, puede haber casi propuestas ‘a diseño’, según la profundidad ‘cooperante’ de los bonistas».

La idea en cuestión apuntaría a que en los casos en los que los bonistas impulsen el canje de sus tenencias las propuestas oficiales podrían ser más beneficiosas que en los casos en los que se observe reticencia de los bonistas a participar del canje.

Esta posición oficial surgió después de la semana de charlas que mantuvo el ministro de Economía con los grandes acreedores. Pimco, BlackRock, Fidelity, Templeton y otros fondos de esa magnitud se presentaron con una perspectiva casi unificada, aunque lo hicieron por separado. «Las diferencias entre ellos fueron matices», dijo una fuente privada que aseguró conocer lo tratado.

Lo cierto es que la movida del gobierno, de premiar a los que se muestren cooperativos y penar a los que hagan lo contrario, apunta a romper con ese bloque de intereses.

Al mismo tiempo, la posición oficial reconoce el poder de bloqueo del canje de deuda que estos fondos tendrían si se coaligan. La experiencia de la provincia de Buenos Aires con el bono BP21 aún eriza la piel en Economía. Fidelity impidió que La Plata pudiera postergar cuatro meses el plazo de pago de un vencimiento de capital por 267 millones de dólares a pesar de los cambios que el gobierno provincial fue introduciendo para hacer más apetitosa la propuesta.

Pero tratándose de fondos con una enorme liquidez, es decir dinero contante y sonante por valos de varios PBI argentinos, parece difícil que se logre torcer su voluntad con una propuesta que mejore el valor presente neto de algunos bonos.

De allí que en algunos sectores se asegura que la salida es política. «Si el Fondo Monetario y el gobierno de Donald Trump respaldan a la Argentina, como lo están haciendo, mejoran mucho las posibilidades de que alguno de esos fondos resuelva mostrarse colaborativo» ante la propuesta de canje, indicó la fuente privada. La misma agregó que estos gigantes de las finanzas globales pueden darse el lujo de mantenerse al margen de las demandas de los gobiernos centrales si consideran que ello mejora sus perspectivas de mejores y mayores ganancias.

Con todo, no debe olvidarse que Fidelity reclamó mejores condiciones al momento de negociar con los funcionarios de la provincia de Buenos Aires. Hubiera dado el sí, si se le entregaba el 50% del capital y los adelantos de intereses hasta mayo, algo que el gobierno de Axel Kicillof no estaba dispuesto a aceptar.

Por otro lado, hay señales que en el gobierno nacional se toman con optimismo. Por caso, el resultado del canje de bonos que concluyó el viernes pasado y por el cual los acreedores entregaron el polémico bono AF20 o Dual en dólares para hacerse de bonos en pesos con vencimiento en dos años y con un interés que equivale a la tasa de inflación más un 1,2% anual. «Se logró una reducción total del orden del 85% del monto originalmente emitido de bono dual. Muy bueno», comentó Gustavo Neffa, director de Research For Traders. En el ambiente financiero local se aseguraba que entraron al canje jugadores extranjeros. En la actualidad, los únicos interesados en canjear los bonos son los grandes fondos. Los medianos y pequeños están asustados por la crisis financiera global potenciada por el coronavirus. «

PROPUESTA

La oferta que hará el gobierno a los acreedores podría conocerse esta semana, según dejó trascender el Palacio de Hacienda.