La visita de Miguel Pesce a Alberto Fernández en la Casa Rosada cerró la jornada financiera de este lunes, que se caracterizó por una elevada volatilidad en los valores de los dólares no oficiales: a pesar de la intervención del Banco Central, los financieros legales tuvieron una fuerte alza y el blue voló por encima de las previsiones más agoreras del fin de semana.

A groso modo, hay tres explicaciones por la disparada del dólar. Desde el gobierno nacional y sectores ligados al oficialismo se apunta a la oposición política, concretamente al PRO y a Mauricio Macri. Desde esta vereda devuelven acusaciones y aseguran que es la consecuencia de una gestión a la que ya consideran fracasada.

Desde el sector financiero se sostiene la tercera posición: aseguran que no hay una corrida contra el peso, como afirma la administración del Frente de Todos, si no que se está en presencia de una adecuación del valor del dólar al ritmo inflacionario.

Este lunes, el dólar Ccl (las divisas se depositan en una cuenta del exterior) cerró a $ 462,5, con un alza del 1,6% en la jornada. El dólar Mep concluyó el día en $ 449,02 y una suba del 2,6%. El blue cerró a $ 462 o un alza del 4,52%.

El Banco Central informó que las reservas internacionales terminaron en U$S 36.568 millones. En la ecuación, el BCRA compró U$S 106 millones en el mercado de cambios mientras que debió entregar divisas por U$S 180 millones para pagar importación de energía. A lo largo de abril, el BCRA lleva comprados U$S 190 millones.

A diferencia de otras corridas cambiarias, en esta oportunidad hay consenso de que impacta en los precios de los insumos industriales y los productos importados, a pesar de que el comercio exterior se mueve con el dólar oficial mayorista. Economistas cercanos al oficialismo, como Andrés Asiain, vienen advirtiendo de este cambio en el impacto de los movimientos de las divisas paralelas.

En ese sentido, la brecha entre los dólares financieros y el oficial se amplió al máximo en siete meses y superó el 100%, con lo que se acrecienta la presión sobre los precios,

El gobierno acusa

Las expresiones de Sergio Chodos en una entrevista realizada el domingo confirmaron las sospechas del elenco presidencial y del Ministerio de Economía sobre el rol que estarían jugando las espadas económicas del PRO, el partido de Mauricio Macri, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.

Chodos, director del Fondo Monetario por la Argentina –y otros cuatro países de la región– aseguró que «tres economistas vinculados a la gestión anterior de la cartera de Economía” habían realizado acciones para lograr que el FMI no realizara los desembolsos que forman parte del actual acuerdo.

La explicación de este comportamiento sería que, para los ex funcionarios (a quienes Chodos no identificó), la Argentina ya habría incumplido su parte en el acuerdo con el Fondo y que por ello el organismo multilateral debía dejar de financiarlo y aguardar a la resolución electoral de octubre y el traspaso de mando presidencial de diciembre, que especulan que será en favor de Cambiemos, la alianza que integra el PRO junto con la UCR y otras agrupaciones menores.

El señalamiento de Chodos se sumó al escándalo de Max Capital, la firma de bolsa y gestión de activos que el viernes pasado vaticinó que este lunes el Palacio de Hacienda llevaría a cabo una fuerte devaluación del peso, del 50%. La amenaza vertida por el ministro Sergio Massa, de presentar una denuncia contra la firma por el carácter del informe, derivó en un pedido público de disculpas.

En el gobierno creyeron ver en todo esto un “modus operandi” basado en un ataque simultáneo de los políticos de la oposición y gestores de capitales que apuestan a un salto grande del valor del dólar oficial. En las últimas semanas se han reforzado las voces de economistas cercanos al establishment y a la oposición PRO y UCR que reclaman al gobierno esa decisión: “La está haciendo el mercado”, advierten.

“No hay corrida”

En medios financieros se aseguró este lunes que “aún no hay una corrida contra el peso”, sino que lo que sucede es que los inversores “ven una oportunidad” en el supuesto retraso de los valores de los dólares financieros y del blue.

Esta ventana de oportunidad habría comenzado a abrirse en la segunda quincena de marzo, período en el cual los dólares financieros subieron casi un 10%. Y siguió en abril: a lo largo del mes el dólar Mep creció un 13% mientras que el Ccl lo hizo en 13,72%.

A pesar de la opinión de los gestores de fondos y los especuladores, la corrida existe. Los pesos necesarios para adquirir los dólares financieros (y el blue) salen de inversiones previas que se desarman, especialmente en Fondos Comunes de Inversión.

Pero el contexto general de falta de dólares también pesa. A la falta de dólares que ya padecía el Banco Central, se sumó el efecto de la sequía, que retraerá aún más las existencias de divisas.

Y, al mismo tiempo, el dólar soja 3, la apuesta del gobierno para lograr que los productores de soja vendan sus stocks de granos embolsados en los silobolsas, no está funcionando como esperaba Massa. Ya hay informes que indican que los productores de soja solo aportarán U$S 2500 millones, la mitad de lo planeado. En lo que va de la vigencia del dólar soja 3 ya ingresaron U$S 1390 millones.

La dolarización de las inversiones implica que para el sector financiero comienza a consolidarse la tendencia hacia una fuerte devaluación del peso. El ministro Massa asegura que eso no pasará y que, por el contrario, mejorará el equilibrio de la relación entre los pesos y las divisas con nuevos ingresos de dólares de organismos internacionales. Este jueves parte una delegación del Ministerio de Economía a visitar el Fondo Monetario en Washington para dar la puntada final a la reformulación del actual acuerdo. Massa espera que el resultado de mínima sea un alivio en los pagos al Fondo en este año. El objetivo de máxima es que, además, el FMI adelante los fondos que ya se comprometió a desembolsar en este año.