El Ministerio de Economía confirmó que pagará en los plazos originales a los bonistas que se abstuvieron de ingresar al canje de títulos bajo legislación extranjera. Por eso abonará este miércoles los intereses de los bonos Par 2038. Se trata de unos 670 mil dólares y 11,2 millones de euros.

Los beneficiarios son los acreedores que no participaron de la operación concretada a principios de este mes y que representaron apenas el 1% de los U$S 66 mil millones involucrados. El cambio de los instrumentos por otros nuevos, con cuatro años de gracia para pagar el capital y una significativa reducción en los intereses, fue avalado por los tenedores del 99,01% de la deuda que s buscaba reestructurar.

El Par 2038 fue el único caso en el que no se obtuvo un piso mínimo de conformidad (los poseedores de dos tercios del capital) para forzar el canje obligatorio a través de las cláusulas de acción colectiva. En su momento, fuentes ligadas a la operación dijeron que se trataba en su mayoría de inversores minoristas europeos que por una cuestión burocrática no habían podido dar su conformidad en el registro abierto a ese fin en Nueva York. Así y todo, el 63% de los tenedores de esta serie adhirieron a la propuesta y canjearon sus papeles.

Al principio se especuló con una modificación de la oferta para que este grupo aceptara canjear esos títulos, incluso después del plazo original. Pero en el Palacio de Hacienda opinaron que “no se justifican los costos asociados a una segunda oferta en términos equivalentes a la anterior (incluyendo los costos de registro bajo el régimen europeo), atento a la incertidumbre sobre un resultado favorable”. Por eso, y porque recién en 2029 comenzarán los pagos para cancelar el capital remanente (35 millones de dólares y 568 millones de euros, en 20 cuotas semestrales), se optó por pagar en las condiciones originales en vez de seguir negociando en pos de una refinanciación. “Esta decisión es un paso adicional en la agenda de tranquilizar la economía argentina y continuar en la senda de la normalización económico-financiera”, señaló un comunicado de la cartera que dirige Martín Guzmán.

La perspectiva de Moody’s

El lanzamiento de los nuevos bonos (11 series, en dólares y en euros, con cancelación total entre 2029 y 2046) fue bien recibido por los mercados. Sin embargo, en los últimos días su cotización bajó con fuerza y el riesgo país subió hasta acomodarse por encima de los 1.300 puntos. A pesar del enrarecido clima interno y de las presiones de grupos concentrados que se verían beneficiados por una devaluación, la calificadora de riesgos de inversión Moody’s elevó la perspectiva de la deuda argentina, que era vista como negativa, a estable. El cambio “refleja un riesgo sustancialmente menor de que las pérdidas futuras superen a la nota incorporada implícitamente en la calificación de Ca actual, después de la reciente reestructuración de la deuda», dijo la agencia en un comunicado. Esa mejor perspectiva no implica una buena nota para los bonos: la calificación Ca de la escala se aplica a “obligaciones altamente especulativas (que) es probable que estén en incumplimiento o que estén a punto de estarlo, con cierta perspectiva de recuperación de capital e intereses”.