La presentación del primer presupuesto de Sergio Massa en el Congreso de la Nación repercutió especialmente entre los que siguen de cerca la dinámica económica. Los análisis críticos objetaron los recortes de financiamiento en ejes clave de la actividad y dejaron abierta la incógnita en el año electoral.
En igual magnitud, cuestionaron la meta inflacionaria del 60%, entre otros aspectos de un proyecto que viene con un recorte del 22,1% en las partidas para servicios económicos y del 10,4% en las destinadas a servicios sociales, con un aumento del 25,7% en lo destinado a pagar la deuda pública como contraste.

Pero también hubo quienes coincidieron con la definición del ministro de Economía, en el sentido de que este proyecto es el más apropiado en este contexto particular.

La economista Victoria Giarrizzo, directora del Centro de Economía Regional y Experimental (Cerx), se anotó entre los que vieron el vaso medio lleno y destacó como primera medida que exista un presupuesto 2023 «aprobable», para evitar una profundización de las tensiones y desprolijidades que, de por sí, caracterizan la economía local. Una falta de presupuesto, definió a Tiempo, «demora ejecuciones, da lugar a discrecionalidades y es absurdamente ineficiente».

Giarrizzo definió las proyecciones macroeconómicas de la iniciativa oficial como prudentes, pero puso en duda la definición de «realista» que soltó Massa ante los legisladores que lo escuchaban en el Congreso. «Tengamos en cuenta que siempre se dibujan un poco, porque tienen sobrecarga de deseo, operan más como metas de política económica», argumentó la economista, y agregó sobre la proyección del funcionario: «Más sería poco realista, menos sería poco esperanzador, y mostraría una baja confianza en su capacidad de poder hacer una gestión más o menos aceptable».

Sobre la meta inflacionaria, la directora del CERX comparó que en épocas de Martín Guzmán al frente de Hacienda «se subestimaba mucho la inflación» y razonó que «ahora, un 60% parece subestimada si observamos el ritmo al que suben los precios, pero está acorde a las expectativas de la población, que esperan una inflación de 62% en 12 meses según el indicador de la Universidad Torcuato Di Tella. Y no me parece mal tomar esa vara. Una inflación más alta en el Presupuesto es casi como tirar la toalla y pensar que no se puede hacer nada para bajarla», remarcó.

Hay que ser prudente

En resumen, Giarrizzo destacó el proyecto como «prudente» para ser presentado por el oficialismo en el año electoral. Pero a la vez, señaló: «Si la economía va peor, lo vas a tener marcado más en una mayor inflación que en un menor crecimiento, y eso te da margen de recursos para adicionar gasto social si fuera necesario».
Por último, indicó que los recortes señalados están alineados con el objetivo de bajar el déficit, eliminar subsidios y transitar hacia la meta de insertar en el mercado de trabajo a la población que actualmente cobra planes sociales.

Mara Pedrazzoli, economista del Departamento de Economía Política, del Centro Cultural de la Cooperación (CCC), coincidió en la evaluación de la prudencia, pero admitió que «cuesta pensar un crecimiento del 2% con un aumento de la recaudación del 77% anual». Los objetivos del proyecto de ley que presentó Massa «son muy generales, y proyectan un crecimiento muy bajo, lo que indica que la economía se va a achicar, como pasó en esta segunda mitad del año».

Sobre el 60% de inflación, Pedrazzoli acusó un pronóstico «bastante optimista» pero destacó la decisión del funcionario de aprovechar la ocasión para poner el tema de los precios minoristas en un lugar de alta visibilidad. También ponderó que se haya hablado de los márgenes empresarios «en cierta coordinación con la vicepresidenta», Cristina Fernández.

«La inflación es un tema tabú, no se pueden presentar grandes logros», señaló la economista, que aseguró que la posibilidad de bajar el índice de precios minorista por debajo del horizonte del 60% dependerá de la corrección de los desequilibrios macroeconómicos».

La referente del CCC coincidió con Giarrizzo en que se trata de un proyecto de Presupuesto menos pomposo y más prudente en relación con los que se venían presentando durante la gestión de Martín Guzmán. Sin embargo, minimizó el impacto de los recortes y dijo que los servicios sociales se mantendrán en cantidad de beneficiarios y que se está evaluando otorgar un bono de suba fija.

Precios de septiembre indomables

La inflación de septiembre podría ser más elvada que lo calculado en un primer momento. Según los datos de la consultora LCG, que hace un seguimiento diario de los tickets de supermercados, «los precios para alimentos y bebidas cerraron septiembre con un 8% mensual, el valor más alto registrado en toda la serie, aunque cabe destacar que puede estar sesgado al alza por la suba de algunos rubros estacionales.»

Según esta consultora, el ritmo de la suba de los precios habría aminorado en la cuarta semana de septiembre: «El porcentaje de productos con aumentos dentro de la canasta total cayó por segunda semana consecutiva, ubicándose en un 16% del total, por debajo del 20% por primera vez en 12 semanas». Eso significa que todos los productos de la canasta estarían registrando algún aumento de precio en un mes y medio».