En un intento por mostrar fortaleza en el mercado cambiario, el gobierno anunció que una parte del swap acordado con el Banco Popular de China y que forma parte de las reservas internacionales pasará a considerarse de libre disponibilidad. De esa manera, las autoridades tendrán a su alcance unos U$S 5000 millones adicionales para asegurar el libre flujo de importaciones y mantener controlado el precio del dólar.

El acuerdo fue cerrado en persona entre los presidentes Alberto Fernández y Xi Jinping, aprovechando la coincidencia en la cumbre del G20, en Indonesia. Era tan importante su concreción que el mandatario argentino no quiso cancelar la reunión, a pesar de la gastritis erosiva que unas horas antes le había ocasionado mareos y vahídos.

Hasta ahora, esos fondos formaban parte del intercambio de monedas entre el Banco Central y el Banco Popular de China, que tenía como objetivo incrementar las reservas brutas de manera precautoria. Con la activación, el gobierno argentino podrá usar libremente unos 35 mil millones de yuanes de los 130 mil millones que tiene depositados en el BCRA.

“La liberación de parte del swap en el acuerdo con China permite a la Argentina tener disponible para trabajar en el mercado único y libre de cambios 10 mil millones de dólares. Esto implica la duplicación de las reservas de libre disponibilidad para el Banco Central que pasa de tener 5000 millones de dólares producto de la recaudación del dólar soja a 10.000 millones», dijo el ministro de Economía, Sergio Massa, quien también participó del encuentro con el líder chino. «Esto, además, es importante para los sectores productivos de Argentina porque les permite acceder al flujo de dólares para los que son insumos y bienes intermedios importados», agregó el Palacio de Hacienda.

Números de acá y allá

Los 10 mil millones que mencionó Massa son apenas la mitad de los que estimó su viceministro, Gabriel Rubinstein, como condición para eliminar las restricciones y marchar hacia un tipo de cambio único. “Para lograrlo la situación fiscal debe ser fuerte y se necesitan U$S 20.000 millones de reservas netas en el Banco Central, para poder lidiar con el mercado y que las malas noticias externas no te sacudan”, dijo el secretario de Programación Económica en un simposio organizado por el Instituto Argentino de Ejecutivos en Finanzas (IAEF). Rubinstein (quien en mitad de la semana debió salir a desmentir los rumores sobre su renuncia por divergencias con Massa) recordó también los U$S 40.000 millones de reservas de libre disponibilidad que había hace 20 años, cuando había superávit fiscal y comercial y no existía el cepo. Fue entonces cuando “nos apartamos completamente de la macroeconomía”, según afirmó con su estilo que despierta muchos resquemores dentro del Frente de Todos.

Sin embargo, algunos analistas creen que las reservas efectivas con las que cuenta el Banco Central, una vez descontado el swap con China, los encajes de los depósitos privados en moneda extranjera y los fondos del SEDESA que garantizan los depósitos bancarios, son en la actualidad bastante más bajas que los U$S 5000 millones de los que partió Massa. Ante la ausencia de números oficiales brindados por el BCRA, las estimaciones privadas son de lo más variadas: algunas situaban ese nivel en U$S 3800 millones a la primera semana de noviembre, aunque otras más optimistas hablan de U$S 5500 millones.

Noviembre flojo

Las dudas se suman a la mala performance del Banco Central en el mercado oficial, donde en lo que va de noviembre debió desprenderse de U$S 950 millones, cifra que supera lo sacrificado en todo el mes de octubre. Buena parte de ello se debe a la magra venta de divisas del sector agroexportador. Según un análisis de la consultora Ecolatina, en los primeros diez días de este mes la liquidación del sector promedió los U$S 51 millones diarios, la mitad de los U$S 97 millones del mismo mes de 2021.

Quizás por eso en los últimos días volvieron a escucharse versiones sobre una nueva edición del “dólar soja” para capturar el 30% de la cosecha que, dicen los especialistas, todavía no se vendió. Desde comienzos de septiembre, cuando se abrió ese régimen preferencial para agroexportadores, la divisa oficial subió 16% y por eso el gobierno debería ofrecer bastante más que los 200 pesos por dólar con que en aquel momento tentó a los productores. La medida “está en análisis” por parte del gobierno, anticipó la agencia Reuters. «

Planean viaje para apurar el desembolso del FMI

El gobierno resolvió apurar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para evitar complicaciones con el último desembolso del año (más información en la página 10). Para eso se resolvió que una comitiva viaje a Washington hacia fines de este mes para tratar directamente con los directivos del organismo y agilizar el tratamiento del caso argentino.

Lo que está en juego es una partida de U$S 5800 millones que el FMI debería enviar en diciembre, una vez que el directorio apruebe la revisión de los números del tercer trimestre del año. La particularidad del caso es que algunos de esos números fueron validados anticipadamente, durante el viaje que el equipo económico realizó en octubre a los Estados Unidos. De todas maneras, en lo formal será necesario analizar el informe de la misión técnica que estuvo trabajando en el país hasta el viernes.

Para el gobierno es fundamental asegurarse que ese desembolso del organismo llegue a tiempo porque con ellos habrá que repagar cuotas del stand by de 2018. En la revisión anterior, el directorio demoró unos días más de lo previsto en reunirse y giró el tramo con unas tres semanas de retraso. Si eso volviera a ocurrir, podría complicarse el cumplimiento en la meta de acumulación de divisas al 31 de diciembre, que es uno de los parámetros fijados para medir el cumplimiento del acuerdo de facilidades extendidas.