Banghó dejó de producir y hay 180 puestos de trabajo menos

De los 210 puestos de trabajo de la planta Banghó de Vicente López, quedaron apenas 30. Los otros 180 perdieron el empleo. Después de una larga lucha que incluyó la toma de la fábrica, la mayoría cobró la indemnización, al 100 por ciento. Emiliano Gallo, de la UOM local, explicó: «Los querían dejar a todos en la calle. Tomamos la fábrica y tuvieron que negociar. Primero, ofrecieron el 50%, pero logramos el 100%. Algunos, lamentablemente, en el medio del conflicto se acogieron al retiro voluntario y cobraron entre el 70% y el 80%. En planta, quedaron unos 30 empleados. La empresa dejó de lado la producción y se va a dedicar a traer de afuera y a revender. Eso dijeron, pero seguimos alertas porque no hay garantías». «

En el país de los globos, vaciaron Globito, que hoy es cooperativa

En marzo de este año, se produjo el vaciamiento de Globito, que fabrica ropa para niños. Luego de una fuerte lucha en la calle y en los pasillos judiciales, los trabajadores lograron conformarse como cooperativa. «La sindicatura había dicho que no éramos viables. De a poco, les fuimos torciendo el brazo. La conformamos 19 asociados, de los 27 originales. Pero entre los 27 estaban el dueño y la novia, que se llevaban un sueldo, además de la ganancia de la empresa. Es importante que pese a algunas bajas hayamos quedado completos: se quedaron desde administración, corte, producción, talleres, expedición y ventas. Así, demostramos al juez que éramos viables», explicó Gustavo Morganti, uno de los socios.
Globito era una empresa familiar de 45 años, que pasó del fundador a su hijo mayor y, luego, al menor. Allí, con Caín (Martín Adamovsky), comenzaron los problemas. «No le gustaba el laburo. Decía que la iba a cerrar. Nos quiso dejar afuera con 30 años de antigüedad». Esta semana, Globito se mudó de edificio, pero no de La Paternal. «

Los trabajadores de AGR-Clarín siguen la lucha

Esta semana, se cumplieron cinco meses del inicio del conflicto en Artes Gráficas Rioplatenses (AGR), del Grupo Clarín. Quedaron sin trabajo 380 empleados, que actualmente acampan en la puerta de la planta, celosamente custodiada por fuerzas de seguridad. Pablo Viñas, uno de los referentes de la lucha, explicó a Tiempo: «Es un cierre fraudulento. Le sobra trabajo a esta empresa. Imprime una infinidad de revistas. Quieren deshacerse de un grupo de trabajadores organizado, que ha conseguido buenas condiciones laborales, para operar de nuevo con un plantel precarizado y flexibilizado. Para esto, contó con la ayuda del Ministerio de Trabajo, que ignoró todas las ilegalidades; desde la brutal represión sin orden judicial, que ya está en el fuero federal, hasta la no iniciación de un procedimiento preventivo de crisis, pasando por la retención de pago como método extorsivo». «

La emblemática productora de CQC no pasó el corte de Warner y cerró

La emblemática productora Cuatro Cabezas cerró en la última semana. «El lunes 12 nos notificaron que la empresa cerraba. Nos pagaron la indemnización al 135% y eso fue todo», contó a Tiempo un exempleado. Se perdieron 65 puestos de trabajo. La creadora de CQC fue adquirida en 2014 por la internacional Eyeworks, que a su vez fue comprada hace poco por el gigante estadounidense Time Warner, dueño de TBS, el cual ya tiene una productora modelo en Latinoamérica, con sede en Buenos Aires. Time Warner está a punto de ser absorbida por el conglomerado AT&T, dueño también de DirecTV. «Especulamos con que no les interesa tener a la productora en la región y por eso tal vez cierre también en Brasil», concluyó el despedido. «

Casi 400 despidos por el cierre de San Antonio

En este mes, la empresa petrolera San Antonio (SESASA) despidió a 390 trabajadores y suspendió a otros 100, en el marco de un cambio de contratistas de la firma. El cierre de la planta de Las Heras, en Santa Cruz, dejó sin sustento a 330 familias. Además, despidieron a 60 de la planta de Comodoro Rivadavia y suspendieron a 100, todos de Chubut. La empresa dio por finalizada la conciliación obligatoria que dictó el Ministerio de Trabajo, con el siguiente argumento: «La situación económico-financiera es insostenible y se torna inviable mantener puestos de trabajo sin contar con contratos vigentes que dieron origen a los mismos. Asimismo, SESASA ratifica que procede a cerrar la base que la empresa posee en Las Heras por falta de trabajo, con la consecuente ratificación de los despidos de los trabajadores a dicha base». Además, 15 operarios reclaman por falta de pago. «

Carboclor, preparada para importar

Producto de «la grave situación financiera», la empresa química Carboclor –propiedad de la estatal uruguaya Ancap– cerró en mayo dos plantas en Zárate, que elaboraban solventes oxigenados y solventes asfálticos y aromáticos. Por los cierres, quedaron en la calle 150 empleados. El diputado Marcelo Torres (FpV-Buenos Aires) expresó: «La situación de la industria química es gravísima. El 40% del PBI industrial está concentrado en Buenos Aires y hace 15 meses que se multiplican los cierres y despidos.» Advirtió, además, que Carboclor «anunció que mantendrá la división de logística y puertos. Eso significa que no se retira del negocio, sino que empieza a importar en vez de producir». La empresa funcionaba en Zárate desde 1968. «

La textil GGM lleva meses sin pagar salarios a 300 trabajadores

En Las Flores, en el interior de la provincia de Buenos Aires, 300 trabajadores de GGM son víctimas de un vaciamiento desde enero. Mantienen un corte total en la Ruta Nacional 3, donde este viernes realizaron una olla popular como método de protesta. El conflicto se produjo por el reclamo de los trabajadores para cobrar sus sueldos. Uno de los afectados explicó a los medios locales: «Este martes, cada empleado cobró una ayuda de la Municipalidad, de 500 pesos. Pero se aclara que desde el municipio se está ayudando desde el fondo municipal a los empleados». Además, advirtió que el titular de la empresa, Guillermo Gotelli, «no se hizo presente en ningún momento, lo que motivó a los trabajadores a tomar esta decisión». «

«Liquidación por cierre», una constante en los comercios de Callao

En la avenida Callao –al igual que en muchas calles contiguas– es común ver locales que liquidan el stock por cierre. A metros de la avenida Corrientes, un establecimiento de ropa masculina tiene un cartel elocuente: «Remate total. Liquidación al costo». Adentro, caminar es difícil producto del hacinamiento de percheros y cajas. Un empleado le dijo a Tiempo: «Hasta agosto estamos. A partir de ahí, es probable que cierre porque hay un problema grande con la renovación del alquiler. Todavía no hay nada seguro». «

Admiten que no se crea nuevo empleo

Los datos duros no hacen más que confirmar la sensación generalizada: el empleo es precario, está mal pago y no alcanza para todos. Lo dicen las estadísticas que llevan el propio gobierno y los organismos del Estado.

Hace pocos días se conoció el informe del Indec correspondiente al primer trimestre del año sobre los principales indicadores del mercado de trabajo. Allí se supo que el desempleo alcanza al 9,2% de la población económicamente activa.

Al respecto, el secretario de Empleo de la Nación, Miguel Ponte (que logró fama hace unos meses cuando sentenció que «contratar y despedir gente debería ser tan natural como comer y descomer»), reconoció que los índices «no son buenos; todo lo que es desempleo y empleo está en una franja lamentablemente estable». El funcionario le dijo a Télam que «el empleo está plano desde el año pasado a la fecha (con) solo una variación del 0,2 por ciento».

El desempleo alcanza a 1.149.000 personas (en realidad son más, porque el relevamiento solo cubre 31 grandes ciudades que reúnen menos del 70% de la población nacional). Es una cifra casi calcada a la del primer reporte que hizo el Indec tras su normalización, en el segundo trimestre de 2016.

Otro 9,9%, además, está subocupado: por razones ajenas a su voluntad trabaja menos de 35 horas, lo que obviamente perjudica sus ingresos. La suma de ambos grupos arroja que una de cada cinco personas que buscan insertarse plenamente en el mercado laboral no lo consigue.

El Ministerio de Trabajo, por su parte, admite que la calidad del empleo tampoco es buena. En su informe sobre la situación del trabajo registrado (excluido el sector informal) destaca que entre marzo de 2016 y el mismo mes de 2017 se crearon 113 mil empleos en blanco. Pero en el desagregado se advierte que de ellos, 86 mil son monotributistas que se desempeñan por su cuenta y 28 mil llegaron al sector público, quizás para compensar las 57 mil bajas de estatales producidas en los primeros tres meses desde que accedió el macrismo al poder. En el sector privado, el que le imprime mayor dinamismo a la economía, la suba fue de solo 2200 puestos de trabajo: apenas el 0,03 por ciento.

El nivel de los sueldos también es bajo. Según el Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial del ministerio que conduce Jorge Triaca, en diciembre la mediana de las remuneraciones en el ámbito privado era de $ 17.071, lo que significaba que la mitad de los 6,2 millones de trabajadores de ese sector cobraba menos de esa cifra. Tras los descuentos por jubilación y obra social, el neto resultante es menor que los $ 14.501 que el Indec calculó en abril como umbral de pobreza para una familia tipo compuesta por un matrimonio y dos hijos pequeños. Si bien la demora en actualizar los datos relativiza la comparación, porque es de imaginar que los sueldos subieron en los cuatro meses que mediaron entre ambos informes, el concepto sigue en pie: tener un trabajo en blanco no es garantía de escaparle a la pobreza. «