El consumo de los sectores populares cayó un 4% en el primer trimestre de este año si se compara con el mismo período del año pasado.

El dato lo proporcionó la consultora Kantar Worldpanel, especializada en este tipo de mediciones a través de su informe Consumer Insights.

La firma indicó que en términos generales la caída del consumo para los tres primeros meses del año fue del 1 por ciento.

Pero una vez que se desglosa ese promedio surgen fuertes diferencias entre los distintos estratos sociales. Así, en los niveles «alto» y «medio», el descenso fue de un 2% mientras que en el «bajo superior», de un 4 por ciento.

«Las causas de la caída son bien distintas en ambos niveles», indicó Federico Filipponi, director comercial de la firma. De acuerdo con el especialista, el comportamiento de las personas que integran el nivel socioeconómico «bajo superior» estuvo marcado por la pérdida de poder adquisitivo de los salarios.

«El nivel bajo superior continúa resignando consumo por una restricción presupuestaria real, principalmente explicada por la aceleración de la inflación y el impacto del aumento en tarifas y transporte», explicó Filipponi.

En cambio, las razones por las que cayó el consumo en los estratos superiores atiende a otras causas. «Los niveles socioeconómicos más altos continúan priorizando otros gastos, en especial bienes durables, y exigen cada vez más eficiencia en el consumo masivo», indicó.

Respecto de los rubros comerciales, el informe señaló que «sólo dos sectores lograron crecer con respecto al año pasado: bebidas –en especial aquellas con alcohol lideradas por cervezas– y alimentos secos, en un 2% y en 1% respectivamente. Para el resto de los rubros el resultado fue negativo».

Con un inicio de año con resultados por debajo de lo previsto, es difícil que se sostengan los pronósticos para todo el año.

En base a un modelo de proyección para el consumo masivo elaborado junto con la consultora Ecolatina, Kantar proyectó un cambio para este año y pasó de un leve crecimiento del 0,7% a una caída del 0,5 por ciento.

«La proyección del año se vio afectada por varias causas: la inflación se aceleró en los últimos meses producto de la fuerte suba de tarifas y del tipo de cambio; las turbulencias en los mercados financieros impactando en la suba de tasas de interés que desincentivan el gasto de los hogares; y la sequía que generó fuertes pérdidas en la cosecha de soja y maíz», puntualizó Filipponi.

A este cuadro negativo se le suma el cambio de hábito de los consumidores, que abandonan las compras en supermercados y se vuelcan hacia los mayoristas o los almacenes y autoservicios, que crecen de la mano de los hogares pobres: «Se estima que los hogares de la base están buscando extremar el control de su presupuesto, así abandonan algunas compras de mayor tamaño en canales de grandes superficies, y se vuelcan a la compra más controlada de puntos de venta de cercanía», concluyó Filipponi. «