La CGT marchará mañana desde el Obelisco hasta la Plaza de los dos Congresos. No habrá oradores ni acto. El Consejo Directivo de la central acordó la lectura de un documento que se conoció hoy y que lleva la firma de los tres secretarios generales que lideran la organización: Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano junto con el secretario de Prensa, Jorge Sola.

La decisión apunta a exhibir homogeneidad y evitar imprevistos como el ocurrido en 2017 cuando sectores opositores de diferentes sindicatos ocuparon el escenario reclamando la fecha de un paro general e incluso sustrayeron el atril desde el que habían hablado los secretarios generales de entonces.

Para los organizadores, la movilización reunirá a más de medio millón de trabajadores. De la convocatoria oficial participarán, además, la CTA de los Trabajadores liderada por Hugo Yasky cuyo principal sindicato, la CTERA, dictó un cese de tareas, las organizaciones sociales agrupadas en la UTEP (MTE, CCC, Somos Barrios de Pie) y, según definió a última hora del martes, la CTA Autónoma de Hugo “Cachorro” Godoy.  

En la Plaza de Mayo, se manifestarán los sindicatos clasistas junto con la Unidad Piquetera con el propósito de orientar la protesta hacia el gobierno nacional y en reclamo de un paro general de actividades a la CGT y las CTA.

El documento oficial, por el contrario,  señala que el propósito de la movilización es “interpelear a todos los actores políticos con responsabilidad representativa”, de allí la decisión de orientarse al Congreso Nacional.

Con el título inspirado en la máxima de Juan Domingo Perón “Primero la Patria” el documento señala que “la gravedad de la crisis económica y social, de origen multicausal, que atraviesa la Argentina por estas horas nos convoca a todos aquellos que integramos y nos sentimos parte del Movimiento Obrero Organizado, a marchar reiterando nuestra exigencia de protección integral para todos los trabajadores ocupados, desocupados y jubilados”.

Para la conducción de la CGT el propósito es el de alcanzar “compromisos para mitigar la injusticia social que hoy nos asfixia” basada en una “inflación que ha alcanzado niveles intolerables que pulverizan el poder de compra de todos los trabajadores”.

Para eso convoca a abandonar “la mezquina confrontación electoral en beneficio de intereses individuales”. El triunvirato pone el foco en los “sectores que se han apropiado de ganancias en tiempo de pérdidas para los trabajadores y trabajadoras” y, más concreto, en “la irresponsabilidad económica de los grandes formadores de precios que remarcan el valor de los productos esenciales para mejorar los márgenes de ganancias” y “la especulación financiera en búsqueda de una devaluación que sólo favorece a los grupos económicos concentrados y empobrece a la gran mayoría de los argentinos”.

La CGT propone “una política antiinflacionaria con amplio consenso social” basada en “acuerdos justos que permitan a los trabajadores, activos y pasivos mejorar plenamente sus ingresos”.

A la vez, delimitándose de la posibilidad de que el gobierno otorgue una suma fija tal como trascendió en las últimas horas, reivindican “los salarios acordados colectivamente, en paritarias libres, por sector de actividad” que “son los garantes mínimos que movilizan y desarrollan un mercado interno legítimo y creciente». Para el triunvirato «el movimiento obrero con responsabilidad y firmeza, en ese ámbito de discusión, va a posibilitar recomponer el poder adquisitivo salarial para crear las condiciones de un acuerdo que garantice estabilidad”.

En definitiva señalan la necesidad de un “Acuerdo Nacional de amplio consenso sobre políticas de Estado de corto, mediano y largo plazo” a la vez que reclaman “medidas macroeconómicas que eviten una dramática profundización de la actual crisis, contribuyendo a la estabilidad monetaria, a detener el proceso inflacionario y la exclusión social” y, en un guiño con el enfoque ortodoxo del nuevo equipo de economía, “a recrear la confianza y previsibilidad para fomentar la inversión productiva y las exportaciones con valor agregado”.

Por eso la conducción de la CGT reclamará mañana “un nuevo contrato social sobre los pilares del desarrollo, la producción y el trabajo” basado en el “fortalecimiento del Diálogo Social Institucionalizado” que  “es el ámbito apropiado para la concertación de un núcleo de coincidencias básicas para poner en marcha políticas orientadas al crecimiento económico, la generación de empleo genuino, la inversión productiva y el desarrollo sustentable”.

De esta forma, el documento que se leerá en la Plaza de los Dos Congresos elude cuestionar al gobierno y la política económica aunque, la masividad de la marcha será una señal ineludible del malestar que existe entre los trabajadores ocupados y desocupados de la cual el ejecutivo deberá tomar nota.