El dólar blue se mantenía en las primeras operaciones de este martes en $ 180, su valor más alto del año. La cifra está muy por encima de otras operatorias para conseguir dólares: el CCL cotizaba a $ 171, el MEP a $ 169 y el dólar “solidario” (el que surge de agregar a su valor en bancos el impuesto PAIS y la retención a cuenta de Ganancias) en $ 167.

Ese pico del dólar paralelo se viene sosteniendo desde que la Comisión Nacional de Valores agudizó los controles en las operatorias con bonos, el insumo básico para las operatorias bursátiles (se compran en pesos y se venden en dólares para quedarse con los billetes). La semana pasada, a través de la resolución 895/21, la entidad redujo la cantidad máxima de bonos a vender a un equivalente de 100 mil dólares (50 mil a los títulos en legislación extranjera y 50 mil a los que están bajo ley local) “con el objetivo de contener riesgos sistémicos y brindar estabilidad de precios en la operatoria de valores negociables, en el marco de la política económica actual”. Las restricciones provocaron un vuelco de muchos compradores hacia el mercado negro.

Las dificultades para dolarizarse provocaron una mayor sofisticación de la plaza financiera. Algunas empresas recurrieron al Senebi (Segmento de Negociación Bilateral): básicamente consiste en un mercado donde se realizan swaps o intercambios entre pesos que están en el sistema financiero local y divisas que están en el extranjero. El lunes a última hora, con esa operatoria se intercambiaban 178 pesos por un dólar. También se comenzó a apelar a otro tipo de activos (acciones o Cedear) para sortear el cupo y el “parking” o plazo de tenencia mínima de títulos que exige la CNV.

Las fuertes restricciones o los continuos ajustes al cepo que realizan tanto la CNV como el Banco Central reflejan la preocupación con que el gobierno sigue estas cotizaciones. Sin embargo, la versión oficial es que no le dan demasiada importancia al valor del blue porque entienden que es un mercado excesivamente reducido. “La vez pasada el blue subió siete pesos y luego nos enteramos informalmente que había ocurrido una compra de U$S 300 mil. O sea, 300 mil dólares te hacen subir siete pesos el dólar blue”, contó hace poco el presidente Alberto Fernández en una entrevista.

A pesar de esa visión optimista, la mayoría de los analistas creen que la suba del blue se debe no sólo a las dificultades para adquirir dólares por otros mercados formales, sino a la tensión preelectoral y a la gran cantidad de pesos emitidos al mercado desde el inicio de la pandemia. Si bien ese tipo de dólar no impacta en los precios (cuyos costos de insumos importados se rigen por la cotización oficial), se sabe que una brecha excesiva entre estos valores alternativos y el mayorista puede generar expectativas de devaluación futura.

Otro factor citado como motivo de la suba, el cierre de la cosecha gruesa y el cese de las liquidaciones fuertes por parte de los agroexportadores, no está impactando en la cotización oficial. De hecho, el analista de mercado Gustavo Quintana dijo que hay una “sobreoferta de divisas en el segmento mayorista” y que en el acumulado de julio el Banco Central “se aproxima a alcanzar los US$ 1.000 millones, superando con holgura el total de compras del mes pasado”.

Hasta ahora, el récord histórico del blue fue de $ 195, alcanzado durante la corrida cambiaria de octubre del año pasado. A fin de 2020 estaba en $ 166, por lo que en la práctica, si se le agregara la inflación registrada desde enero, todavía debería subir un 15% adicional para recuperar aquel valor en términos reales.