La directora de Aerolíneas Argentinas, Isela Costantini, declaró en una ronda de periodistas que la empresa “se está preparando para competir en el mercado de cabotaje”, según difundió la agencia Télam.

De esta forma, detrás de un discurso de eficiencia y de libre mercado, la titular Aerolíneas Argentinas anunció la política mediante la cual la línea de bandera se prepara para competir con las empresas que ingresarán al mercado de cabotaje durante 2017. El mercado local históricamente fue patrimonio exclusivo de Aerolíneas Argentinas y Austral aunque, ya desde 2006, comparte con la compañía de origen chileno LATAM (ex Lan) por un acuerdo entre el gobierno anterior y su par chileno.

En principio son dos las empresas interesadas en sumarse al mercado argentino en 2017, Avianca e Irelandia Aviation. La primera lo intentará despúés la compra de la compañía aérea Mc Air al Grupo perteneciente a la familia del presidente Mauricio Macri y que es señalada como la responsable del reciente quebranto de Sol líneas aéreas. Por parte, la segunda, sobre la base de la instalación en el país de su subsidiaria Viva, que ya opera en los mercados de cabotaje de México y Colombia y que busca absorver las rutas y máquinas de la salteña Andes. Ninguna puede asegurar mantener su política de «low cost» porque no están seguros de poder llevarla a cabo con las actuales leyes laborales.

El monopolio estatal de los vuelos de cabotaje fue cuestionado por el gobierno de Menem en la década del ‘90 y persigue el propósito de generar las condiciones de mercado para garantizar, por un lado, la rentabilidad de la compañía y por el otro la conectividad del país. El concepto es el de lograr que las rutas rentables operen como subsidiarias de las no rentables pero que son necesarias para la conectividad del país y para el desarrollo de los mercados regionales y el turismo interno. La lógica de mercado que postula la política de cielos abiertos, por el contrario, amenaza la continuidad de la propia línea de bandera por competencia desleal y la propia conectividad del país.

El anuncio se da en el contexto de una fuerte disputa entre la Directora de Aerolíneas y el secretario de coordinación de Políticas Públicas (vice jefe de gabinete) Gustavo Lopetegui, ex CEO de LATAM Argentina, que además tiene un alcance mayor en el propio gabinete de ministros, entre el jefe Marcos Peña y el titular de la cartera de transporte, Guillermo Dietrich.

La disputa comenzó a principios de año cuando Costantini, ex CEO de la empresa General Motors en la que aplicó una fuerte política de “racionalización”, reclamó un presupuesto de 1100 millones de dólares como un colchón mínimo necesario para aplicar un ajuste gradual en la línea de bandera. Sin embargo, Lopetegui, que logró instalar dos hombres de LATAM en puestos calve de la línea de bandera, le respondió con un duro: “Se va a tener que arreglar con los 350 millones pautados por el Congreso nacional”. Finalmente serían 250 millones de dólares.

Así las cosas y a días del comienzo de una discusión paritaria con los gremios que promete sacar chispas, el plan de ajuste “gradual” de Costantini está en marcha a través de jubilaciones anticipadas, bajas sin altas y un plan de 1500 retiros voluntarios además de un régimen abierto de intensificación de los ritmos de trabajo.

La llegada de las competidoras “low cost” al mercado local no hará más que agravar la presión sobre las condiciones de rentabilidad de Aerolíneas Argentinas y Austral y pondrá en el tapete la condiciones y la continuidad laboral de los más de 10 mil empleados que trabajan para la compañía.