El gobierno presentó su demorado plan ganadero a las provincias y a los diferentes sectores que integran la cadena de valor de la ganadería: productores, cabañeros y feedloteros, y frigoríficos y matarifes. Las primeras respuestas del sector han sido de rechazo, aunque con matices y claras expresiones de que se deben seguir las negociaciones.

Así se expresaron, por caso, los representantes del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) que, tras un encuentro con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, aseguraron que mantendrían en estudio el proyecto y que, al menos por ahora, ni se aprobaba ni se avalaba.

Una semana después, la Federación Agraria (FAA) señaló que se debe poner urgentemente en agenda pública el Plan de Desarrollo Integral propuesto por la FAA. «Solo así se podrán resolver de manera sostenida las verdaderas demandas que afectan gravemente a las economías regionales, a la actividad tambera, a las carnes alternativas y al sector agrícola», dijo la entidad en un comunicado. Agregó que «es incoherente la iniciativa del denominado Plan Ganadero lanzado por el gobierno, mientras estén las exportaciones cerradas». Pero el Consejo Directivo Central (CDC) de la FAA fue enfático al reclamar la reapertura total de las exportaciones de carne vacuna.

Con ese planteo, la FAA se hizo eco del que es el reclamo central y que busca supeditar el programa del gobierno a ello: mientras se negocia, las exportaciones deben estar liberadas.

“Como ha venido reiterando en este CDC frente al mal llamado plan ganadero que impulsa el gobierno, seguimos rechazando totalmente esa iniciativa. Es inviable mientras no haya una decisión firme de reestablecer en su totalidad las exportaciones de carnes”, agregaron los federados.

Medidas

El plan ganadero del gobierno tiene como «punto de partida la construcción de una visión federal e inclusiva sobre el sector con el objetivo de ordenar la relación entre mercado interno y externo, atendiendo las particularidades de cada región», señala el documento que circuló esta semana.

El texto retoma, además, el proyecto que elaboró y presentó el año pasado el CAA y que apuntaba a lograr nuevos beneficios fiscales, como reducción de tributos para la producción y exportación de productos agropecuarios.

El proyecto apunta a la creación de un “Registro Nacional de Fomento al Desarrollo Agroindustrial Federal, Inclusivo, Sustentable y Exportador” en el cual podrán inscribirse todos los interesados en acogerse al régimen especial.

Con respecto a las medidas de carácter fiscal, el plan prevé la modificación de la valuación fiscal de la hacienda al cierre del ejercicio para los casos de los criadores que adquieren vacunos y los tienen en su poder más de un período fiscal para engordarlos y luego venderlos.

Asimismo, se aceleran los plazos de amortización de las inversiones efectivamente realizadas durante la vigencia del régimen, en bienes muebles nuevos amortizables (excluido automóviles), construcciones (excluidas viviendas) y de infraestructura, además de inversiones tierras productivas.

También se prevé créditos fiscales para la compra de insumos. Asimismo, la devolución de IVA para ciertas inversiones. «