El tipo de cambio por encima de los $28 por dólar y por debajo de los $29 parece ser el nivel en el que el gobierno se siente más cómodo. Así lo demuestra la actitud que han tomado en tándem las autoridades del Ministerio de Hacienda y del BCRA en los últimos días. Es que, luego de un mes de julio en el que el valor de la divisa norteamericana retrocedió un 5,8%, se han desplegado una serie de medidas que apuntaron a generar un movimiento inverso de la moneda norteamericana.

De hecho, en la jornada de hoy, el dólar revirtió su tendencia a la baja y ya cotiza a $28,23 con una suba de 18 centavos en solo un día. El comportamiento es resultado del anuncio del Ministerio de Hacienda acerca de la disminución del volumen de licitaciones diarias de dólares que ofrece en el mercado mayorista. El 21 de junio había dispuesto la colocación de U$S 100 millones diarios por un plazo de 75 días hábiles financiados con el primer tramo del préstamo del FMI. Hoy anunció la rebaja de ese monto a U$S 75 millones diarios durante tres jornadas para reducirlo luego hasta U$S 50 millones.

Pero además la intervención oficial sobre el mercado de cambios incluyó la decisión de las autoridades del BCRA de disminuir ayer sus tenencias en dólar futuro en U$S 800 millones para revaluar la moneda.

De este modo la entidad monetaria consiguió reducir el volumen de tenencias de esos contratos hasta los niveles que le exigía el FMI para fines de septiembre pero, sobre todo, revertir la tendencia a la baja que registraba la divisa en el ROFEX. Allí para las ventas al 31 de agosto, el 23 de julio la divisa cotizaba a $28,68 pero apenas cinco días después, el 30 de julio, llegaba a $28,27. A la fecha y luego de la intervención del BCRA la divisa escaló allí hasta los $28,4.

Con todo, según declararon fuentes del mercado a El Cronista, hoy habría revertido parte de esa operatoria para moderar esa suba. 

Así las cosas, el gobierno opta una vez más por privilegiar los intereses de los sectores exportadores que se benefician con un tipo de cambio alto antes que intentar contener la suba de precios que implica la fuerte devaluación de la moneda. Es que, con paritarias a la baja, la devaluación también es un recurso para reducir costos laborales.