Mañana se formalizará la paritaria que involucra a los empleados públicos nacionales. Será la oportunidad para que el gobierno demuestre su declamada intención para que se recuperen los salarios reales.

Es que, en este caso, su rol ya no será el de árbitro entre los sindicatos y el sector privado sino que le tocará jugar el papel de patronal. Por eso no será la cartera laboral el brazo mediante el cual el gobierno participe del proceso paritario sino la Secretaría de Gestión y Empleo Público de la Nación, a cargo de Ana Castellani. La funcionaria asumió con la promesa de recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores del Estado, muy golpeado durante la gestión de Mauricio Macri. Sin embargo, no fue lo que ocurrió en 2020 y, está todavía por verse, en el período 2021.

Según estimaciones de los técnicos del Indec, que difunde la Junta Interna de ATE del organismo, desde noviembre de 2015 a abril de 2022 el salario de la categoría testigo del convenio mayoritario, la D0 del SINEP, se redujo en términos reales un 40,3 por ciento.

Esto a pesar del incremento del 64% que finalmente consiguieron los sindicatos estatales para el período junio 2021 a mayo de 2022 y que incluye un 10% adicionado en abril pasado. En caso de que la suba de precios en mayo supere el 5%, la inflación interanual para ese período paritario rondará el 62%, lo que daría una recuperación del poder adquisitivo de apenas el 1,2 por ciento.

La negociación

Pero, en este contexto de escalada de precios y condicionamiento del FMI sobre las cuentas fiscales, la incógnita que sobrevuela es si el gobierno nacional apunta a sostener esta tendencia o a revertirla. Según pudo saber Tiempo, en negociaciones informales previas a la convocatoria oficial de mañana, el gobierno manifestó su intención de otorgar un incremento del 60% en siete cuotas, dos de las cuales impactarían recién en 2023. Los sindicatos, por su parte, aspiran a adelantar esas cuotas para que las subas vayan superando a los precios y, además, acerquen la posibilidad de una revisión.

El titular de la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) y secretario adjunto de la CGT, Andrés Rodríguez, dijo a este diario: «Estamos en conversaciones informales pero la paritaria empieza el 1 de junio. Por el momento no hay porcentajes generales y esperamos negociar regímenes en forma diferenciada». El dirigente explicó que el objetivo es «privilegiar el SINEP, que es el sector más bajo. Luego vamos a ver los otros acuerdos sectoriales. Hay tiempo hasta el 15 de junio, que es el plazo que necesitan las oficinas de liquidación de haberes».

Para Hugo «Cachorro» Godoy, titular de la ATE, el otro sindicato de trabajadores estatales de alcance nacional, «un aspecto es el marco de inestabilidad que existe por la escalada inflacionaria. El otro es que hay sectores que todavía están muy postergados a pesar de que hemos logrado importantes mejoras el año pasado».

Godoy consideró que «la inflación no va a estar por debajo del 60% y hay previsiones de hasta el 70%. El acuerdo no puede estar por debajo de ese 60% y debe garantizar revisión y mejoras en los sectores más retrasados. El debate estará ahí y en la cantidad de cuotas. Es necesaria una revisión cercana para garantizar estar por encima de la inflación en un porcentaje más alto de lo que fue el año pasado, cuando la superamos en apenas dos puntos».

Según los cálculos de Rodríguez, de UPCN, entre 2018 y 2020 los salarios de los estatales perdieron un 20% de poder adquisitivo, «que es lo que estamos tratando de recuperar», y desestimó los datos que difunde ATE-Indec: «El SINEP cerró cerca de un 84% real en cuotas porque conseguimos más unidades retributivas que para el resto».

Godoy, de ATE, reconoció que en 2021 «varios sectores alcanzaron una suba superior al 64%, de hasta el 80%, pero el 80% del total recibió el 64 por ciento».

Sobre la injerencia del acuerdo con el FMI en la negociación, Godoy, explicó que «en los encuentros informales explícitamente no aparecieron las metas del FMI, pero el hecho de que sigan ofreciendo aumentos en cuotas demuestra que para el gobierno lo primero es el condicionamiento externo. Las metas de devaluar según la inflación y aumentar las tarifas indican de que la inflación está disparada por el propio plan económico del FMI».

Un antecedente negativo

Del Presupuesto estatal salen también las partidas para pagar los salarios de los docentes universitarios, que ya cerraron su paritaria por un 41%. La escalada de precios llevó a las federaciones sindicales que representan la docencia universitaria a reclamar la reapertura de las negociaciones y, en el caso de la Conaduh, a convocar a tres jornadas de paro nacional. Las autoridades educativas convocaron a una nueva mesa de negociación que se reunió el martes pasado en la que, según denunció la Conaduh, no ofrecieron recomposición alguna sobre el acuerdo original por decisión del Ministerio de Economía.

El antecedente siembra un manto de incertidumbre sobre lo que pueda ocurrir en la paritaria de los empleados públicos o, al revés, la reapertura de los docentes podría quedar sujeta al acuerdo que se alcance con ellos. «

Paritaria docente sin novedades

Si bien los salarios de los maestros dependen de los presupuestos provinciales, es el gobierno nacional el que establece, en su paritaria nacional, un piso salarial y la evolución del adicional proveniente del Fondo Nacional de Incentivo Docente.

En la negociación que se cerró en febrero y que da marco a las paritarias provinciales, los sindicatos acordaron con las autoridades un incremento del 45,5% en cuatro cuotas con una revisión en septiembre. Esa pauta quedó desfasada con relación a la suba de precios proyectada y con los acuerdos paritarios cerrados luego.

Si bien la primera cuota de marzo implicó una suba del 21,2%, y la segunda del 8,08% esta fijada para junio, es esperable que, a la par del resto de los gremios que acordaron subas en ese rango, emerja el reclamo de una actualización.

En Ciudad y Provincia de Buenos Aires, los gremios ya acordaron llevar sus acuerdos hasta el 60 por ciento.