La inflación del mes de septiembre alcanzó el 5,9%, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec). Tal como anticipó Tiempo en la edición del último domingo, la inflación del mes fue la más elevada en lo que va del año y la segunda más alta desde que asumió Mauricio Macri. Estos números expresan el impacto de la devaluación del peso posterior a las PASO.

El índice general de inflación a nivel nacional acumula un 37,7% en lo que va del año y alcanzó en los últimos doce meses una suba del 53,5%. El denominado IPC núcleo (desestima los rubros regulados) alcanzó en septiembre un 6,4%.

La suba de precios se sintió especialmente en Prendas de Vestir y Calzado, que llegó a un 9,5%, seguido por Salud (8,3%) y Equipamiento para el hogar (7,4%).

Para el caso de Alimentos y bebida no alcohólicas, varios de ellos beneficiados con la quita del IVA, la suba en septiembre llegó hasta un 5,7%, en línea con el promedio general. Algunos de los productos de consumo básico (no estacionales) que más aumentaron en esta última medición según el INDEC: Pan de mesa (14,2%); Pollo entero (14,3%); Café molido (9,3%); Pañales (11,4%); Salchicha tipo viena (10,6%), y Hamburguesas congeladas (11%).

A escala de doce meses, es el rubro Salud el que acumula un incremento mayor, con un 71,8%, seguido por Equipamiento para el hogar (57,2%) y Alimentos y bebidas (56,9%).

En lo que va del año, el ítem que más aumentó fue también Salud, con un 46,5%, seguido por Equipamiento para el hogar (42,9%) y Alimentos y bebidas (40,9%).

Hernán Letcher, titular del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), explicó: “La inflación en septiembre arrastra la “inercia” de la devaluación, a lo que se suma además los aumentos en algunos precios regulados como combustible (se incrementó 4% a pesar del congelamiento anunciado luego de las PASO) y prepagas (tuvieron un incremento de 4% y ya hay pactados nuevos aumentos para octubre y noviembre). Además, se observa el efecto de los aumentos estacionales del rubro indumentaria, frutas y verduras”.

Así las cosas, con tres meses más en el horizonte, es muy probable que la inflación finalice el año incluso por encima del valor de 2018 (47,6%), en torno al 55%. Con todo, la suba de precios en toda la era Macri superaría el 300%. Sin dudas, los números más altos desde la híper de fines de los 80 y principios de los 90.

“Para el mes de octubre y lo que queda del año, si bien es esperable que la inflación siga un derrotero decreciente (probablemente alrededor de 4%), seguirá siendo alta y para diciembre habrá acumulado cerca de 56%”, analizó Letcher.

“Una observación relevante es que los bienes aumentaron 7,1% mientras que los servicios 3,6%. La inflación de bienes da cuenta del impacto sobre los sectores populares que consume fundamentalmente productos y pocos servicios. Al revés sucede en los sectores de mayores ingresos. La inflación de los más pobres supero 7%”, aseguró el especialista.

Finalmente, agregó que “en lo que va del año, sorprende el aumento de precios de varios productos: entre los lácteos, el queso sardo (77%) el queso pategrás (72%) el queso cremoso (67%), la leche en polvo (66%), la leche fresca entera (43%), la manteca (66%) y el dulce de leche (58%)”.

Cabe recordar que el presidente Macri, antes de asumir, había dicho que bajar la inflación sería “lo más fácil”. También habrá que revisar las viejas recetas de la ortodoxia económica, que sentencian a la problemática inflacionaria como un mero problema de emisión monetaria y cuya solución se encuentra en subir las tasas de interés, que están desde hace tiempo por las nubes.

Será tarea del próximo gobierno lidiar con esta carga.