Podría decirse que la Cámara de Diputados está virtualmente paralizada, y de allí han surgido muchas críticas a la falta de funcionamiento, por la cual se responsabiliza a la totalidad de diputadas y diputados. Este enfoque es incorrecto. Sucede que el bloque opositor mayoritario (Juntos por el Cambio) ha planteado su negativa a dar quórum si el Frente de Todos no retira el pedido de juicio político a la Corte. Sin embargo, no es una postura nueva: la reunión convocada en el mes de diciembre (antes que existieran el proyecto de juicio político a la Corte y la convocatoria al período extraordinario donde está incorporado este proyecto) no se pudo realizar porque JxC no dio quórum. Pero en esa reunión había 117 diputados y diputadas del Frente de Todos sentados en sus bancas para debatir y aprobar aquellos proyectos que ya contaban con dictamen de las respectivas comisiones.

Desde el FdT estamos planteando cotidianamente que es necesario que el Congreso funcione a pleno y que podamos sesionar y dar tratamiento a los proyectos. Proyectos que, en su mayoría, tienen detrás muchísima ciudadanía esperando por soluciones puntuales, concretas. Algunos como el de moratoria previsional, ya que se estima que 800 mil personas que este año entrarían en la edad de jubilarse, no lo podrían hacer por falta de la totalidad de los aportes.

En tal sentido, la semana pasada hubo varias reuniones de comisiones en Diputados. Entre ellas la de la Comisión de Previsión y Seguridad Social para comenzar a tratar el proyecto de moratoria previsional, donde estuvo Fernanda Raverta, titular de la Anses, quien destacó que el eje de esta iniciativa consiste en mantener el alto nivel de cobertura jubilatoria que tiene nuestro país: “el 95% de los hombres y mujeres en Argentina que tienen edad de jubilarse, están jubilados”, expresó.

También se reunió la Comisión de Presupuesto y Hacienda para iniciar el tratamiento del proyecto denominado Mono-Tech, un monotributo para los pequeños exportadores de servicios, especialmente centrados en la economía del conocimiento, y un régimen cambiario especial, por el que podrán ingresar hasta U$S 30.000 por año por sus ventas externas en una cuenta especial en dólares abierta en nuestro país. Con esta medida se benefician los exportadores de servicios, el país (pues ingresarían más divisas) y la sociedad toda. Fue una reunión informativa con la presencia de varios funcionarios y funcionarias del Ejecutivo.

Es decir, se están haciendo grandes esfuerzos para que el Congreso siga funcionando, y por ello no corresponde colocar a todos los diputados y diputadas en la misma canasta: están los y las que intentan condicionar el funcionamiento del Parlamento, y estamos quienes intentamos que funcione y que, cada cual con su postura, se debata y se dé tratamiento a los temas, en especial aquellos que resultan tan necesarios para importantes sectores de la ciudadanía.

Continúan las políticas activas en la economía

La sequía que se viene produciendo en nuestro territorio genera grandes desafíos, aunque las precipitaciones de los últimos días trajeron alivio a la situación hídrica de los suelos. Ante esta situación, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció iniciativas para el sector que “alcanzarán a más de 51.000 productores” que se declararon en emergencia agropecuaria. Las mismas contemplan, entre otras, fondos de asistencia a los pequeños productores, suspensión de anticipos de impuesto a las ganancias, suspensión de juicios de ejecución fiscal y de embargos de cuentas bancarias, nuevas líneas crediticias con tasas subsidiadas, y derogación de la resolución del BCRA que incrementa el costo financiero de los productores de soja (aún no confirmada por el organismo al cierre de esta nota). Con la misma orientación, la autoridad monetaria adoptó medidas para favorecer el financiamiento del sector productivo afectado por la sequía, que incluyen plazos más flexibles para la determinación de la mora y la posibilidad de acceder a las líneas de crédito subsidiadas.

Por otro lado, el pasado viernes se anunció la actualización y ampliación del Programa Precios Justos. La canasta estará compuesta por casi 50.000 productos que aumentarán como máximo un 3,2% mensual hasta fines de junio próximo. Adicionalmente, habrá 2.000 productos cuyo precio no variará. Otra novedad es que se incorporarán nuevos rubros al Programa, como insumos difundidos, construcción, medicamentos, canasta escolar, cuotas de colegios privados, indumentaria, calzado y celulares, entre otros.

Esta iniciativa constituye una más de las llevadas a cabo por el Gobierno nacional para cuidar el poder adquisitivo de las argentinas y los argentinos.

Complicada situación internacional

El último informe de Perspectivas de la Economía Mundial del FMI proyecta que el crecimiento mundial registre un descenso estimado desde el 3,4% en 2022, al 2,9% este año, para luego repuntar a 3,1% en 2024.

Las mencionadas proyecciones establecen un crecimiento del 1,8% para América Latina y el Caribe en 2023, mientras que para Argentina prevén un aumento del 2,0% (en coincidencia con el estimado en el Presupuesto Nacional), un 1,2% para Brasil y un 1,7% para México.

Por otro lado, el organismo estima que la inflación mundial disminuya del 8,8% en 2022 a 6,6% en 2023 y a 4,3% en 2024, niveles que aún, aclara el Fondo, “son superiores a los observados antes de la pandemia (2017–19) de alrededor del 3,5%”. Cabe aclarar que en el caso de Argentina la estimación del FMI coincide con la pauta de inflación de nuestro Presupuesto (60%).

El FMI sostiene que “la subida de las tasas de interés de los bancos centrales para combatir la inflación y la guerra de Rusia en Ucrania continúan lastrando la actividad económica”. No obstante, el documento insiste en que las economías de los países centrales continuarán el actual rumbo de aplicación de políticas de alzas de las tasas de interés, ya que “la prioridad sigue siendo lograr una desinflación sostenida”.

En la semana, la Reserva Federal subió la tasa de interés de referencia en 0,25 puntos porcentuales (pp) llevándola al 4,75%, a la vez que aclaró que el organismo está fuertemente comprometido a retornar a su objetivo de inflación anual del 2%. Por su parte, el Banco Central Europeo subió la tasa en 0,5 pp, hasta el 3,25% para los préstamos del organismo, el mayor nivel en 15 años.

Tal como lo indican el FMI y varios otros organismos internacionales, la suba de tasas de parte de los bancos centrales es una herramienta principal en las políticas antiinflacionarias de los países desarrollados, aunque conlleva sus riesgos. En este tema, resulta muy preocupante el enfoque del presidente de la FED, Jerome Powell. Recientemente señaló que “restaurar la estabilidad de precios cuando la inflación es alta puede requerir medidas que no son populares a corto plazo, ya que elevamos las tasas de interés para desacelerar la economía”. También afirmó que “la ausencia de un control político directo sobre nuestras decisiones nos permite tomar estas medidas necesarias sin considerar los factores políticos de corto plazo (…). Deberíamos «enfocarnos en lo nuestro» y no deambular en busca de beneficios sociales percibidos que no están estrechamente vinculados con nuestras metas y autoridades legales”. Una descarnada explicación del significado de la autonomía de los bancos centrales, propiciada desde las ideas neoliberales.