Los rostros de los miembros del triunvirato a la hora de anunciar el paro hablaban por sí mismos. No se percibió entusiasmo ni convicción. Es que la demorada convocatoria fue tomada de contragolpe e impuesta por las circunstancias.

La intransigencia del gobierno a la hora de redoblar el ajuste sobre los trabajadores y el evidente descontento expresado en la marcha del 7 de marzo obligó a los dirigentes tomar la decisión en un terreno que no eligieron.

La resolución salió el jueves de una reunión muy breve de Consejo Directivo en otro indicio de que el paro no fue el resultado de una estrategia de la CGT. La fecha elegida quedó demasiado lejos para aportar a destrabar el conflicto docente que se encuentra, ahora mismo, en una encrucijada.

La ausencia de una convocatoria a movilizarse ese día también refleja que la voluntad del triunvirato pasa por dosificar la confrontación con el gobierno y no exponerse nuevamente a la bronca que anida en la base de los sindicatos.

Si bien el paro fijado para el 6 de abril ya ha logrado alinear a prácticamente la totalidad de las tendencias del movimiento obrero (con la excepción del sector liderado por Guillermo «Momo» Venegas), no ha servido para clausurar los cuestionamientos al triunvirato que conduce la central.

Los contrapuntos vienen desde las corrientes que reconocen la actual conducción, como la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), pasando por aquellas que, sin romper con la CGT no se han alineado con la conducción, como el Movimiento Acción Sindical (MASA), hasta los dirigentes de las CTA unificadas, la nueva CTA Perón y los sindicatos clasistas conducidos por la izquierda.

Sergio Sasia, titular de la Unión Ferroviaria, enrolado en el MASA que no participó de la movilización del 7 de marzo, señaló a Tiempo que «fue la coyuntura lo que los llevó al paro. El primer error fue participar de una mesa de pacto social que fue incumplida ese mismo día» y explicó que «el 31 de marzo vamos a hacer un plenario con 3000 delegados de más de 50 sindicatos y vamos a definir formalmente nuestra participación. Seguramente vamos acompañar.»

Sin embargo, continuó, «esto no se soluciona con una medida sino con un plan de acción. No integramos la conducción de la CGT porque no se discutió un programa. Por eso la dispersión que tenemos hoy es más grave que la que existía hace dos años.»

El dirigente del sindicato de canillitas y diputado nacional Omar Plaini, referenciado con la conducción, señaló a Tiempo que «la CGT no se movió de su estrategia. Esa lectura la quieren hacer otros. Podríamos haber anunciado el paro en febrero, cuando resolvimos levantar el diálogo con el gobierno. Para Plaini, la experiencia del 7 de marzo dejó una enseñanza: «A la luz de lo que ha sucedido con algunos que se infiltran y generan disturbios, el 6 será sin movilización.»

Por el lado de la CFT, el gráfico Héctor Amichetti señaló a este medio que «vamos a unir fuerzas con la medida. Estamos identificados con esta convocatoria». Sin embargo, subrayó que «queremos un Confederal que discuta la continuidad porque después del paro el gobierno no se va a mover. No podemos volver al engaño de que si el gobierno tira otra mesa de negociación paramos todo plan de acción. Eso queremos debatir en la CGT», adelantó.

Sobre las condiciones en las que el triunvirato decidió convocar al paro, Amichetti señaló que «lo que han hecho es dar respuesta a un reclamo masivo. Para revalidar su representación tienen que interpretar lo que pasa por abajo y anticiparse a los reclamos. De las actitudes que tomen de acá en más dependerá si la conducción se fortalece o no.»

Sin embargo, consultado sobre el carácter de la medida, Amichetti coincidió con la conducción cegetista en que «no es necesaria una movilización, el paro va a ser contundente» y aprovechó para despegarse de la medida de la CTA pautada para el 30 de marzo fecha que ellos mismos habían propuesto: «Sugeríamos el 30, pero siempre con la CGT. Es posible que confluyamos en algún acto esa fecha tan importante con algún gremio de la CGT.»

El paro del 6 será contundente. Serán de la partida los gremios de la industria, los servicios, el comercio y el transporte que actuarán de manera relativamente uniforme. Pero las diferencias podrían aflorar con más fuerza el día después, tanto entre los distintos sectores como dentro de la propia conducción de la CGT. «

Yasky y Micheli, por partida doble

Las CTA de Hugo Yasky y Pablo Micheli habían definido un paro para el 30 de marzo en coincidencia con el aniversario del paro general encabezado por Saúl Ubaldini contra la dictadura cívico militar en 1982. La resolución buscó marcar la cancha al triunvirato en el contexto de intensa movilización del gremio docente. La definición del paro de la CGT para el 6 de abril los obligó a redefinir su propio plan de acción. Hugo Yasky, en diálogo con Tiempo, explicó que «las dos CTA nos juntamos el lunes (por mañana) para definir qué haremos. Todo se encamina a anunciar la adhesión al 6 de abril y ratificar el 30 de marzo con carácter de jornada nacional de lucha con acto central en Plaza de Mayo». Así, suspenderían el paro del 30 y lo reemplazarían por una movilización que podría servir de sostén a la huelga docente. «CTERA va a definir qué hacer entre el 22 y el 6, van a estar en medio de su plan de acción», explicó Yasky.

El dirigente opinó sobre la definición del paro general que «el acto del 7 sobrepasó las expectativas y el reclamo formulado por la mayoría ayudó a definir la convocatoria. Hay sectores que quieren seguir indefinidamente la luna de miel con el gobierno a pesar de las escenificaciones del diálogo que no sirvieron para nada». Y concluyó: «El 7 cambió la correlación de fuerzas dentro de la CGT. Esperemos que no sea esporádico.»

Impulsan un paro activo

La conducción nacional de ATE, eje de la nueva CTA Perón, definirá en un plenario de delegados mañana la modalidad en la que participará el 6. Allí, además, descartarían su participación en la marcha a Plaza de Mayo convocada por las CTA para el 30 (ver aparte). Según pudo saber Tiempo, en una reunión de la Comisión Directiva de ATE bonaerense se formuló la propuesta que se aprobaría en el plenario de mañana y que implica «la construcción de un paro activo el día 6 de abril, mediante piquetes o una movilización a la Plaza de Mayo ese mismo día». Por su parte, la Coordinadora Sindical Clasista que agrupa a los sindicato del Neumático (SUTNA), de la Construcción (SITRAIC) y los docentes universitarios (AGD), entre otros, señaló en un comunicado que «al paro del 6 lo haremos activo, con piquetes y movilizaciones (…) para que con un millón de trabajadores en Plaza de Mayo quebremos definitivamente la política de Macri».