El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) resolvió en un plenario de delegados dar comienzo a un plan de acción centrado en la pérdida del poder adquisitivo del salario.

Para el caso de los trabajadores de prensa escrita que se encuentran bajo el convenio que rige la actividad en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hegemonizado por la UTPBA, la pérdida del poder adquisitivo del salario supera el 50% en los últimos siete años. Ello incluye la última negociación salarial, que quedó inconclusa a raíz de la cuarentena cuando debía negociarse el segundo tramo de los aumentos. Los representantes del gremio de prensa denuncian que, mientras durante el año mayo 2019-abril 2020 la inflación alcanzó un 53,8%, el salario apenas se actualizó en un 15 por ciento.

Por eso, aseguran, el 42% de los trabajadores de prensa percibe salarios que los ubican por debajo de la línea de la pobreza situada hoy algo por encima de los $43 mil. La categoría testigo del convenio de prensa escrita, la de redactor, sin embargo, ronda los $37 mil.

Un estudio realizado por el Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma asegura que el gremio se ubica segundo en el ranking de los que mayor pérdida han sufrido durante 2019, luego de los trabajadores textiles.

El plenario de delegados definió empalmar con los reclamos y el plan de acción de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren). Carla Gaudensi, secretaria general de la Fatpren, señaló a este diario que «ante una paritaria que no se abrió en Fatpren y la nula respuesta de parte de la cámara Adira, comenzamos un plan de lucha que no sólo es para los compañeros del Convenio Colectivo de Trabajo 541 sino para todos los trabajadores de prensa del país porque la situación no da para más».

La dirigente explicó que a partir del lunes pero con epicentro el jueves 30, se dará inicio a un plan de acción porque «con salarios de hambre no hay periodismo esencial». Luego, detalló, «el plan de lucha va desde asambleas hasta quites de colaboración, apagones y ruidazos, según pueda realizarse en cada redacción».

La intención en los medios de la Capital Federal es realizar el jueves un «apagón de noticias» en diferentes horarios, a determinar por cada asamblea de empresa. La medida será antecedida el mismo lunes con una acción de visibilización de la problemática centrada en el reclamo de paritarias salariales bajo la consigna de «Emergencia Laboral en Prensa».

Pero la jornada, además, buscará poner de manifiesto otras problemáticas que hacen al sector y que, de una u otra forma, están vinculadas con los ingresos de los trabajadores. En primer lugar los despidos y cierres que se han producido durante la cuarentena en empresas como Publiexpress (revista Pronto) y Editorial Atlántida (Gente, Paparazzi, etc.) en violación abierta al DNU que los prohíbe.

Lo mismo con relación a los pagos escalonados de salarios y de aguinaldos a pesar de que gran parte de las empresas de medios periodísticos tramitaron y percibieron subsidios ATP y Repro por parte del Estado. Los trabajadores de prensa también exigen una regulación urgente del teletrabajo y bonos que sirvan para costear los gastos sobre el bolsillo de los trabajadores que conlleva la modalidad.

Silencio de radio

La pandemia y la cuarentena pusieron el reclamo de recomposición salarial del conjunto de los trabajadores en un segundo plano. Sin embargo, en muchos casos, las patronales no han visto afectadas sus actividades ni sus ganancias.

La Asociación Bancaria, por caso, acaba de sellar una de las primeras paritarias del año con un incremento del 26% en los sueldos a pagarse en cuotas hasta diciembre y con una cláusula de revisión en noviembre de este año.

El acuerdo, que rompe el silencio de radio sobre el tema (habían firmado los aceiteros y algún otro gremio más), sin embargo, quiebra con una tradición de paritarias del sector que incluía aumentos en una sola cuota y cláusulas de actualización automática por inflación cuando es de esperar que, por el incremento de la bancarización de la población, las ganancias del sector no se vean afectadas.

La inflación pronosticada por las consultoras para 2020 se ubica bien lejos del 26% y ya ronda el 40 por ciento.

En tanto, en CABA, el jefe de Gobierno porteño decidió dejar sin efecto la última cuota del acuerdo sellado con los gremios docentes.