La reunión del Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil llegó a un acuerdo en torno a la elevación del haber. La suba será del 45% para todo el año y en cuotas que lo llevarán hasta los $ 47.850 en diciembre de este año.

Las cuotas irán de mayor a menor con una suba en abril del 18% mediante la cual el haber llegará hasta los $38.900. A partir de allí habrá dos incrementos del 10% en junio y agosto que sumarán $3.300 cada una llevándolo primero a $42.200 y luego hasta $45.500. Finalmente en diciembre se incrementará un 7% adicional para alcanzar esa cifra de $47.850.

El acuerdo se logró con el voto favorable de 31 de los 32 representantes y una abstención. La totalidad de los representantes patronales acordaron mientras que, por el lado de los sindicatos, fue el representante de la CTA Autónoma Ricardo Peidró quien se abstuvo en la votación.

De la reunión que duró poco más de una hora participaron, entre otros, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) Daniel Funes de Rioja, y dirigentes de las entidades rurales, de comercio, de la construcción, bancarias y del sector gastronómico. Por el lado de los sindicatos participó una delegación importante de la CGT encabezada por Carlos Acuña, Héctor Daer, Pablo Moyano y Andrés Rodríguez así como los titulares de ambas CTA Hugo Yaskly y el mencionado Ricardo Peidró.

El acuerdo incluye la posibilidad de que se produzca una revisión a solicitud de cualquiera de las partes a partir del mes de agosto. Se trata de una sutil diferencia con relación al acuerdo firmado un año atrás que establecía taxativamente una reunión de revisión pautada para el mes de septiembre y que fue donde se llevó el aumento original del 35% hasta el 52,7%.

Tomando en cuenta que la inflación proyectada por las consultoras que releva el BCRA se ubica en un 55% para todo 2022 y en un 52,9% para los próximos doce meses, de no mediar correcciones, el escenario plantea la posibilidad de un mayor deterioro del poder adquisitivo mínimo.

Pero además, el segmento de la población cuyos ingresos se referencian en ese salario muestra un perfil de consumo orientado a los productos básicos como los alimentos que, solo en febrero, sufrieron un aumento del 7,5% contra un IPC del 4,7%. La guerra en Ucrania, por otro lado, profundiza la tendencia a la suba global del precio de los alimentos básicos y en particular de la harina.

De confirmarse los pronósticos de las consultoras privadas que, por otro lado, subestimaron en 0,8 puntos lo sucedido en el mes de febrero, el salario mínimo quedará ocho puntos detrás de los precios resignando un 5% adicional de poder adquisitivo.

En la actualidad el salario mínimo equivale a un 40% de la canasta de pobreza e incluso se ubica un diez por ciento por debajo de la de indigencia para una familia denominada tipo. Con este acuerdo la situación podría agravarse en el próximo año.

El haber interesa en particular a las organizaciones sociales cuyos integrantes perciben beneficios por un monto equivalente a su 50%. Del mismo modo establece un piso para las jubilaciones que no pueden ser inferiores a un 82% y al salario mínimo docente que no puede ser más bajo que el equivalente al 120% de ese monto.