El staff técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la tercera revisión del acuerdo de 30 meses actualmente meses y que corresponde al tercer trimestre de este año. Ahora resta la conformidad del Directorio del organismo multilateral, que se supone que la dará antes de fin de año.

Con esa aprobación final, la Argentina recibirá unos U$S 6000 millones que deberá emplear en la cancelación de una cuota de capital por U$S 5620 millones e intereses por U$S 245 millones del préstamo original tomado por la administración de Cambiemos en 2018 y que vencen este mes.

Si el directorio tarda en la aprobación, la Argentina deberá encarar ese vencimiento con dólares propios, en un momento en que se acentuó el stress cambiario por la falta de divisas, razón por la cual el Palacio de Hacienda instrumentó el dólar soja 2.

Con todo, en Economía son optimistas y señalaron que “a mediados de diciembre” llegarán esos dólares, con lo que esperan que el Directorio del FMI se en los próximos días, algo que los voceros del organismo no quisieron confirmar ante la consulta de Tiempo.

“El acuerdo está sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, que se espera se reúna este mes. Una vez completada la revisión, Argentina tendrá acceso a alrededor de US$ 6.000 millones (DEG 4.500 millones)”, indicó el comunicado firmado por Luis Cubeddu, director adjunto del Departamento del Hemisferio Occidental; y Ashvin Ahuja, jefe de Misión para Argentina.

Ambos tecnócratas se reunieron con funcionarios argentinos que viajaron a Washington el lunes pasado para lograr este objetivo. La misión argentina estuvo  encabezada por el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, a quien acompañaron el jefe de asesores del Ministerio de Economía, Leonardo Madcur; el secretario de Finanzas, Eduardo Setti; el subsecretario de Presupuesto, Raúl Rigo; y el titular del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Marco Lavagna. Los funcionarios emprendieron el regreso el viernes.

El comunicado y los detalles

“El personal técnico del FMI y las autoridades argentinas llegaron a un acuerdo a nivel de personal técnico sobre un marco macroeconómico actualizado y las políticas asociadas necesarias para completar la tercera revisión bajo el acuerdo SAF de 30 meses de Argentina”, señalaron Cubeddu y Ahuja.

Explicaron que “la revisión se centró en evaluar el progreso reciente en la implementación del programa y en llegar a entendimientos sobre políticas para fortalecer aún más la estabilidad macroeconómica en el marco de un contexto más desafiante”.

Asimismo precisaron que “se acordó que los objetivos clave del programa, en particular los relacionados con el déficit fiscal primario y las reservas internacionales netas, permanecerían sin cambios durante el resto de 2022 y 2023 para continuar anclando la formulación de políticas y la credibilidad”.

Además puntualizaron que “se discutió sobre la necesidad de que las políticas se adapten según sea necesario en caso de que se materialicen riesgos externos e internos”.

“A pesar de los desafíos, consecuencia también de la guerra en Ucrania, se cumplieron todos las metas cuantitativas de desempeño hasta fines de setiembre de 2022, incluido el déficit fiscal primario debido a fuertes controles de gastos y acciones para mejorar la focalización de los subsidios y la asistencia social”, afirmaron los técnicos del Fondo.

También remarcaron que “recientemente se llegó a un acuerdo de reestructuración de la deuda con los acreedores del Club de París y se han intensificado los esfuerzos para movilizar financiamiento oficial externo”.

“Acciones por el nuevo equipo económico están comenzando a dar sus frutos, la inflación se está moderando (aunque desde niveles altos) y la balanza comercial está mejorando, en gran parte debido a una desaceleración apropiada de la demanda interna y las importaciones”, destacaron los ejecutivos.

Además subrayaron que “las autoridades siguen encaminadas en cumplir los objetivos del programa para fin de 2022”.

“Se han logrado avances, no obstante, las condiciones macroeconómicas son aun frágiles y una sólida implementación del programa es esencial a futuro”, remarcaron Cubeddu y Ahuja.

Señalaron que “en particular, será fundamental continuar con el proceso de consolidación fiscal que prevé una reducción del déficit fiscal primario del 2,5% del Producto Bruto Interno en 2022 al 1,9% del PBI en 2023”.

Asimismo indicaron que “esto debe estar respaldado por esfuerzos para seguir movilizando ingresos, fortalecer controles de gastos, y mejorar de manera oportuna la focalización de los subsidios y la asistencia social, al tiempo que proporciona espacio para el gasto social y de infraestructura prioritario”.

Consideraron también que “el marco de la política monetaria y cambiaria debería continuar generando tasas de interés reales positivas y una mejora en la competitividad externa”.

“Estas acciones deberían continuar alentando la demanda de activos en pesos, asegurar una reducción en el financiamiento monetario en línea con las metas del programa y apoyar una reducción gradual de la inflación anual, de alrededor del 95% para fines de 2022 al 60% para fines de 2023”, afirmaron los técnicos del Fondo.

Además aseguraron que “sigue siendo esencial mantener una estrategia proactiva de deuda interna para movilizar el financiamiento interno y mejorar el funcionamiento del mercado”.

Del mismo modo señalaron que “las políticas macroeconómicas consistentes también respaldan una mejora en el saldo de la cuenta corriente que, combinado con los esfuerzos en curso para movilizar financiamiento externo, están fortaleciendo la cobertura de reservas”.

Al respecto, remarcaron que “las reservas internacionales netas están programadas para aumentar en US$ 9.800 millones para fines de 2023”.

Y subrayaron que “si bien se han adoptado medidas cambiarias administrativas temporales a medida que se abordan los desequilibrios, deben minimizarse en el futuro, ya que no son sustitutos a políticas macroeconómicas prudentes”.

“En el aspecto estructural, se necesitan esfuerzos continuos para fortalecer la gestión financiera pública, el mercado de deuda pública en pesos, los marcos ALD/CFT (Anti Lavado de Dinero y Contra el Financiamiento del Terrorismo) y el potencial exportador neto de los sectores estratégicos, particularmente en energía”, sostuvieron los ejecutivos.

Asimismo destacaron que “el próximo acuerdo de intercambio de información internacional con los Estados Unidos podría apoyar la movilización de ingresos y la acumulación de reservas”.

“Agradecemos a las autoridades argentinas por las discusiones abiertas y constructivas y reconocemos su compromiso continuo para fortalecer la estabilidad y promover el crecimiento inclusivo y sostenible”, concluyeron Cubeddu y Ahuja.