Tras una semana intensa en definiciones económicas y sociales, los empresarios buscarán en los próximos días aproximarse a Alberto Fernández, el candidato presidencial con más chances de ocupar la primera magistratura a partir del 10 de diciembre.

Es que a medida que se va acercando la fecha de las elecciones aumenta la ansiedad de los distintos segmentos empresarios por hacerse escuchar ante Fernández.

Conocedor de esta tensión, el candidato del Frente de Todos ha incrementado sus reuniones en privado –que no trascienden– con algunos empresarios locales y del exterior. También han aumentado sus apariciones públicas, como la que llevó a cabo en Córdoba el jueves pasado.

Allí, Fernández lanzó una de sus definiciones más destacadas desde las PASO, en referencia a la relación que un eventual gobierno suyo tendría con los acreedores de la deuda pública.

El mensaje fue dirigido a un auditorio en particular. El de los empresarios que se agrupan en la Fundación Mediterránea, una usina de pensamiento radicada en Córdoba de la que surgió el ex ministro Domingo Cavallo y que impulsa recetas que defienden la libertad de mercados y la retracción de la acción intervencionista del Estado.

El mensaje no cayó en saco roto. La aprobación del empresariado presente, mucho de él de origen cordobés, fue notoria. Así lo sintieron también los hombres que Fernández colocó en otras mesas, como Felipe Solá, Carlos Caserio y Wado de Pedro.

Fernández dio definiciones sobre la deuda pública. Aseguró que la Argentina tiene «problemas más urgentes», en referencia a la pobreza e indigencia o la falta de empleo, pero que la deuda era «un condicionante enorme». En ese sentido, aclaró que «nunca hablamos de no pagar ni de hacer una quita. Lo que decimos es: ‘para poder pagar, déjennos crecer’. Si no, no hay forma». Y agregó: «No va a ser tan difícil hacer lo que hizo Uruguay: ganar tiempo y no hacer quita».

Para el candidato del Frente de Todos, se puede afrontar el problema de la deuda «en una negociación seria y sensata con los acreedores».

Petróleo y gas

En la semana que pasó el mundo empresarial giró en torno de los debates sobre el futuro de Vaca Muerta, el megayacimiento de petróleo y gas no convencional de Neuquén, en el marco de la feria y congreso Argentina Oil & Gas.

Abundaron las lecturas en clave política. En primer lugar, respecto de la ausencia de referentes del área energía del candidato Fernández. El economista Martín Redrado expuso en el cónclave, pero lo hizo para dar una visión macroeconómica de la situación nacional, incluyendo el planteo de que la Argentina debería financiarse con los yuanes chinos que están a disposición en el Banco Central. Dentro del bunker de Fernández, la idea no cuenta con consenso.

Los empresarios del sector, con el presidente de YPF, Migual Ángel Gutiérrez a la cabeza, fueron enfáticos y repetitivos en sus reclamos: para desarrollar Vaca Muerta hacen falta estabilidad jurídica, impositiva, regulatoria y laboral.

En los pasillos de la feria petrolera se habló mucho de un proyecto que estaría impulsando el entorno de Fernández para, justamente, dar respuesta a estas demandas.

Los petroleros aprovecharon la oportunidad para pegarle al congelamiento del precio del crudo y los combustibles decidido por el gobierno de Mauricio Macri tras las PASO.

La demanda de los petroleros es que no se pueden limitar los flujos de capitales. En los días por venir aseguran que ese será el ángulo que emplearán en cuanta oportunidad se les presente de reunión con Fernández, lo que dan como seguro.

Deuda: cómo sigue

Con la mirada puesta en el peso de la deuda pública y la reforma del sistema previsional, la consultora FIEL realizó su conferencia anual el jueves pasado. El presidente del Banco Central, Guido Sandleris, cerró el evento.

Daniel Marx, ex secretario de Finanzas durante el gobierno de Fernando de la Rúa, presentó un cuadro en el que se advertía que los montos de la deuda a pagar claramente superaban la capacidad de pago del país. En ese sentido, recomendó una renegociación.

Moody’s entregó una posición similar en una presentación que hizo el jueves pasado. En la calificadora de riesgo aseguran que un nuevo gobierno de Alberto Fernández deberá «reestructurar» la deuda. Algo similar dijo Carlos Melconian en Bariloche, en el congreso de los ejecutivos de finanzas.