La difusión de los datos oficiales sobre desempleo medidos por el Indec confirmó los temores y las voces críticas de muchos economistas que desde hace meses vaticinan que el giro neoliberal elegido por Cambiemos profundizará un ciclo recesivo y afectará los derechos laborales y el poder de negociación de los sindicatos. Todos los economistas consultados por Tiempo coincidieron en que la revelación de que la tasa de desocupación saltó al 9,3% presagia momentos difíciles para los trabajadores y buena parte de la población argentina en general.

Incluso hubo voces que adjudicaron la suba del desempleo a un expreso objetivo político del gobierno de Mauricio Macri. «Para muchos de nosotros, que veníamos advirtiendo que la macroeconomía le iba a jugar en contra al gobierno de Cambiemos, este aumento del desempleo no es sorpresivo. Si se devalúa, si se retiran las retenciones, si se aumenta el endeudamiento, se baja la protección industrial y se aumentan las importaciones, si adicionalmente se suben las tasas de interés y la inflación sigue subiendo, mientras los salarios reales siguen bajando, el mercado se achica y la producción industrial se desploma, ¿qué esperaban que sucediera con el empleo?», se preguntó el economista Arnaldo Bocco, ex director del Banco Central, en diálogo con Tiempo.

Un «9,3 por ciento de desocupación es una tasa amenazante, muy alta. Y significa desaceleración, desocupación abierta en expansión, ajuste y expectativas negativas por la creciente desindustrialización. Este dato revela, además, que crece el desempleo abierto pero también el subempleo. Y además, si hay más gente buscando trabajo, es porque las condiciones de empleabilidad son frágiles, pero, y más visiblemente, porque los salarios reales son menores», agregó Bocco.

En la misma sintonía, el economista y exdiputado nacional Claudio Lozano subrayó que no sólo está subiendo la desocupación sino que también aumenta la cantidad de gente sub-ocupada que, frente a la caída del poder adquisitivo, busca trabajo. «Han vuelto a aparecer ciertas mediciones del Indec que se habían perdido: por ejemplo, la gente ocupada que sigue buscando trabajo por los bajos ingresos que recibe. Eso lleva a la cantidad de gente que busca trabajo en el mercado laboral a la cifra del 25 por ciento de la población activa. Si bien la desocupación es del 9,3 por ciento, la presión efectiva en el mercado laboral buscando empleo es del 25 por ciento», remarcó Lozano. «Este es el primer impacto del ajuste macrista», diagnosticó.

El director del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz, Andrés Asiain atribuyó el alza del desempleo a dos sectores de la economía: la industria y la construcción. «Macri asumió con la promesa de bajar la inflación a un dígito. Pero a pesar de que la inflación sigue muy alta –ya está en el 47 por ciento-, el presidente no sólo no está logrando hacerla disminuir sino que además lo que antes estaba en un dígito –el empleo- ahora ya está por encima del 10 por ciento en algunos polos industriales. En economía suele plantearse la dicotomía de que se elige un poco más de inflación para controlar la desocupación, o un poco más de desempleo para bajar la inflación. Macri, sin embargo, está rompiendo esa disyuntiva de la peor forma: obteniendo mayor desempleo con mayor inflación», advirtió el economista.

Para Asiain, las políticas de Cambiemos en estos ocho meses «beneficiaron a los productores pampeanos que son poco intensivos en la capacidad de dar empleo y golpearon mucho a los que sí son intensivos en dar trabajo». «Creo que algunos grupos del poder económico tuvieron la intención de generar miedo, y de usar el miedo al desempleo como factor de disciplinamiento salarial, pero luego tenían la expectativa de que vendría la reactivación, con la llegada de supuestas inversiones, que iban a terminar compensando el shock inicial. El problema es que los sectores económicos sobre los que se espera crecer no generan empleo.

Y tampoco son un proyecto que pueda incluir a las mayorías de este país», reflexionó Asiain, docente de la cátedra Crecimiento Económico en la UBA. Economista y editora del portal de noticias y análisis (www.muchomasquedos.com.ar), Fernanda Vallejos estimó que los nuevos datos del Indec reflejan que desde el tercer trimestre de 2015 hay «medio millón de nuevos desocupados en un año», si se considera solo a la población urbana.

«Lo más significativo, sin embargo, es que la tendencia de la tasa de desempleo venía persistentemente declinante hasta el tercer trimestre del año pasado, y ahora lo que tenés es que la tendencia se quebró: la curva va para arriba sin parar. Todo eso está en sintonía con la situación recesiva, que es más pronunciada en el sector industrial y de la construcción. Esto se verifica cuando se revisan los números de desempleo desagregados por sector: en todos los centros industriales la desocupación ya está por arriba de los 10 puntos. También en la construcción. “Estos números son el resultado del programa que tiene Cambiemos.

Todos los indicadores guardan una relación. Con los números del gobierno de la ciudad, la inflación ya está por arriba de 47,2% anual. Y lo que más se encareció son los componentes que ponderan en la canasta de trabajadores con menores ingresos: alimentos y bebidas, los insumos básicos. Todo esto no es un efecto no deseado, un daño colateral. Al contrario, yo creo que la suba del desempleo persigue un objetivo de orden extraeconómico del macrismo.

Porque el programa económico de Cambiemos no es exclusivo de ellos: es un enlatado para toda América Latina. Es lo mismo que plantea (Michel) Temer en Brasil o (Enrique) Peña Nieto en México. La Argentina, según esa lógica, necesita sin dudas de un nivel de desocupación muchísimo más alto del que tenemos. Yo creo que en 2016 vamos a cerrar con dos dígitos de desocupación. Incluso, una tasa de desocupación por arriba de 15 o 16 por ciento, puede ser satisfactoria para los objetivos que tienen ellos. Pero el nivel de conflictividad social se va a expandir. Y la actividad represiva del Estado también», pronosticó Vallejos.