Las empresas que traigan divisas extranjeras para realizar inversiones en el país por encima de los 100 millones de dólares tendrán facilidades para retirar dividendos, girar pagos fuera del país y hacer otras operaciones que en la actualidad están restringidas por el cepo cambiario. La normativa fue formalizada en el nuevo Régimen de Fomento de Inversión para las Exportaciones, creado por el Decreto de Necesidad y Urgencia firmado por el presidente Alberto Fernández y todos sus ministros.

La iniciativa busca incrementar las exportaciones, con el consecuente derrame sobre el empleo y el crecimiento económico. Para ello trata de estimular los proyectos que integren capitales nacionales y extranjeros, como también la formación de consorcios de empresas locales que salgan a buscar otros mercados. En particular, está dirigido a “actividades foresto-industriales, mineras, hidrocarburíferas, de industrias manufactureras y agroindustriales, así como a la ampliación de unidades de negocio ya existentes, que requieran inversión con el fin de aumentar su producción”, según reza el decreto publicado este miércoles en el Boletín Oficial.

Las empresas o consorcios que adhieran al régimen podrán utilizar hasta el 20% de los dólares que obtengan de sus exportaciones para realizar pagos de deudas en moneda extranjera y giro de utilidades fuera del país, con un tope del 25% del monto invertido. Hasta ahora, el Banco Central deniega el acceso al mercado oficial de cambios para esas opciones: quienes desean hacerlo deben obtener las divisas por su cuenta, deshaciéndose de activos en moneda dura o bien tomando nuevos préstamos.

El régimen fue presentado en sociedad este martes, en una reunión que los ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, sostuvieron con empresarios. Ambos ministros serán autoridades de aplicación del nuevo esquema. También participó del encuentro la vicejefa de Gabinete, Cecilia Bocco.

Desde la Quinta de Olivos, donde se repone de un cuadro de coronavirus, el presidente Alberto Fernández también se dirigió a los hombres de negocios. El mensaje fue claro: el cepo seguirá cerrado para los especuladores, pero se buscarán todas las alternativas posibles para allanar la inversión, la producción y la generación de divisas.

“Esta medida contribuye al camino de adaptar el esquema de regulaciones de la cuenta de capital para favorecer las inversiones en la economía real, mientras se siguen desalentando movimientos de capitales de corto plazo y de tipo especulativo que generan inestabilidad cambiaria”, dijo Guzmán en las redes sociales acerca de esta flexibilización del cepo.