Industriales panaderos se manifestarán el miércoles en las puertas de la Secretaría de Comercio de la Nación, en el microcentro porteño, en disconformidad con los aumentos de los insumos y con el rol de esa dependencia para controlar la escalada de los costos.

Advierten que, si se sostiene la tendencia del mercado, el pan se encamina a cerrar 2023 a un precio de $ 800 por kilo.

La protesta, en el contexto de la Pascua, consistirá en la entrega gratuita al público de productos típicos de esa festividad. La intención proclamada es visibilizar la situación de un sector que, como el resto de la economía, atraviesa una situación complicada por los aumentos de productos básicos para la producción.

Pero también se trata de un área que cuenta con un recurso como el fideicomiso harinero, que debería garantizar estabilidad de precios y abastecimiento para la industria panaderil de todo el país.

El miércoles pasado, a través de la Resolución 269, publicada en el Boletín Oficial, la Secretaría de Comercio, a cargo de Matías Tombolini, ordenó una actualización inmediata de los precios de las harinas, del orden del 3,2%.

Los aumentos llevaron las bolsas de 25 kilos de harina común 000 a $ 1764 y las de harina común 0000 a $ 2117, entre otros precios de importancia para la actividad.

Para las panaderías de CABA y provincia de Buenos Aires se agrega un 3,5% de costo logístico. En las regiones de Centro, Cuyo y Litoral, ese costo pasó a ser del 5%; en el NEA y NOA, del 7% y en la Patagonia, del 10,5 por ciento.

Los precios se han visto afectados por la sequía. La última cosecha de trigo fue 12,4 millones de toneladas, 10 millones menos que la campaña anterior. Pero, al mismo tiempo, el gobierno mantuvo las autorizaciones de exportación, al punto que ya suman 5,8 millones las toneladas comprometidas con el mercado externo de una cosecha tan magra.

Respuesta

El aumento disparó la protesta de los industriales, que rápidamente anunciaron el acto que se realizará en las puertas de la oficina de Tombolini.

Gastón Mora, titular del Centro de Panaderos de Avellaneda, señaló a Tiempo que el precio de la harina aumentó un 13,6% desde enero hasta la fecha mientras que algunas marcas en particular aumentaron hasta el 20 por ciento.

«El problema –dijo Mora– es que Tombolini dijo que no iba a haber más del 4% mensual, pero sólo en marzo el salto fue del 6,4%. Y sólo hablando de la harina: otros costos de las panaderías como el cajón de huevos pasó a costar $ 13.500, y la caja de margarina hasta $ 13 mil cuando en diciembre valía $ 6500».

Desde que existe el fideicomiso harinero, el abastecimiento fue problemático, las denuncias de desabastecimiento, tanto en zonas cercanas a los molinos como en otras más alejadas, se multiplicaron. Los panaderos reclaman una participación decidida del Estado para asegurar un cambio en la relación de fuerzas, en un mercado fuertemente controlado por un grupo reducido de molinos.

Para eso, consideró el referente de Avellaneda, «hay que hay que ordenar el tablero. Por ejemplo, había 21 empresas harineras que quieren entrar al fideicomiso y el gobierno no las deja. Así que planteamos que hay que barajar y dar de nuevo y cortar el tema de la especulación, y rever la estructura de costos porque hoy se perdieron los números de referencia y parece que está todo permitido. Hay empresas que hacen lobby y después te obligan a pagar cualquier cosa», denunció.

Desde Comercio se informó al cierre de esta nota que la agenda no preveía reuniones para evitar la protesta anunciada para el miércoles.

Los panaderos aseguran que hubo un llamado de las autoridades para desactivar la protesta, pero igualmente ratificaron.

Trasfondo

No obstante, aseguran que están dispuestos a un diálogo con la condición de que se abra la agenda a una discusión mayor, en la que se considere una propuesta de una mesa nacional de alimentos, que se estaría construyendo en conjunto con otros sectores de la producción de todo el país. Una suerte de regreso de la Mesa Nacional de Alimentos que impulsaba en 2022 el referente del Movimiento Popular La Dignidad, Rafael Klejzer, cuando era director Nacional de Políticas Integradoras del Ministerio de Desarrollo Social. De ese proyecto participarían al menos cinco de los molinos que pujan por entrar al fideicomiso.

«Por ahora el gobierno no nos recibe, pero los últimos datos de pobreza son evidentes. Hay muchos sectores vulnerables y el secretario de Comercio tiene que entender que nosotros no queremos ser amigos de él sino resolver un problema grave», señaló Mora. «