La incertidumbre económica tiene preocupada a la dirigencia de la provincia de Buenos Aires, que lanzará en octubre una mesa intersectorial para frenar la sangría de pymes y puestos de trabajo en el territorio que concentra al 40% de las industrias de todo el país.

La mesa de negociaciones, de la que participarán las empresas bonaerenses, la banca y el gobierno de la provincia, buscará proponer ideas de políticas para contrarrestar la crisis de las pymes de ese importante sector productivo del país.

Pero indirectamente, se espera que sirva para complementar la asistencia del Estado a los sectores más comprometidos de la población provincial, en la antesala de los meses tradicionalmente más conflictivos a nivel social que este año coinciden con el empeoramiento generalizado de los indicadores económicos.

La primera reunión se realizará en la primera quincena de octubre, informó a Tiempo el presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA) Martín Rappallini, quien remarcó que el objetivo central del encuentro será cortar con los cierres de las pequeñas y  medianas empresas “empezando por casos individuales que expresan el impacto” de la crisis.

Los convocados tienen previsto acercar las propuestas a la gobernadora María Eugenia Vidal en una reunión que todavía no tiene fecha pero que esperan también para octubre.  “La inquietud en relación con lo social es fundamental” admitió Rappallini al describir el paisaje de la economía regional en una charla con este medio.

En la última edición gráfica de Tiempo Argentino, distintos referentes empresarios y economistas plantearon que los próximos meses vendrán con más cierres de empresas y despidos, fundamentalmente en la construcción pero también en las industrias, centralmente en las de menor porte.

Este miércoles el Centro de Economía Política (CEPA) contabilizó más de 39 mil despidos y suspensiones en todo el país que en lo que va de 2018. Sólo en agosto se registraron 6233 principalmente en el sector público y en la industria, donde se produjo el 91% de los casos totales.

Casi en simultáneo, las consultoras privadas FIEL y Orlando J. Ferreres y Asociados (OJF) informaron que en agosto la industria cayó 7,2% y 5,9 por ciento respectivamente, datos que indirectamente explican la situación que atraviesa el empleo en todo el país.

Rappallini prefirió no dar cifras “hasta que pase un tiempo en el que se puedan cuantificar los efectos de la devaluación” reciente de la moneda local. “Dentro de un mes vamos a tener datos del impacto real”.

El empresario señaló no obstante que la industria de la provincia representa el 40% del total del país y sugirió que la caída de la actividad en esa jurisdicción pudo haber sido proporcional en el octavo mes del año.

El presidente de la UIPBA señaló a los textiles y al calzado entre las industrias más comprometidas por la situación económica. También lamentó la depreciación del peso si bien consideró que la cotización del dólar estaba “atrasada” antes de los cambios que se produjeron a partir de abril.

El empresario también destacó el impulso oficial a una economía con perfil exportador si bien se manifestó partidario de una administración del comercio “inteligente, con reglas técnicas y una definición de las importaciones necesarias en el marco de un plan estratégico”.

En ese contexto destacó también la incorporación de Dante Sica al gabinete nacional, aunque consideró que sus posibilidades están limitadas por una coyuntura que exige “salir de la crisis” y señaló que recién en 2019 se podrá ver mayor despliegue del funcionario en línea con “la agenda de productividad” que se abriría el ciclo próximo después de las paritarias.

“No niego la caída del mercado pero llegó la hora de construir un sistema industrial con impuestos razonables, leyes razonables y financiamiento” planteó Rappallini, quien lamentó que esa agenda no está plasmada en el proyecto presupuestario para el año que viene y agregó que “no hay un sector político que plantee seriamente este temario más allá de la arenga de costumbre”.

El gobierno que salga de las presidenciales de 2019: “Sea cual fuere, tiene que tener un plan de desarrollo, que aborde lo pendiente hablando con todos los sectores, procurando una salida productiva y de trabajo, con la mira en las exportaciones y el valor agregado. Lo que tiene que venir es la construcción de la productividad”