La continuidad del proceso inflacionario se hace sentir en los bolsillos de la población y también se manifiesta en las estadísticas; no sólo las del Indec, que este jueves difundirá su índice correspondiente a junio, sino de institutos privados que miden la evolución de precios por su cuenta. En las últimas horas se conoció el informe del Citra, que realiza estudios para la Universidad Metropolitana de los Trabajadores (UMET) y para más de medio centenar de sindicatos. Según su informe, en junio la inflación interanual llegó a 50,3%.

Se trata de un cálculo cargado de simbolismo, no sólo por pasar la barrera psicológica de los 50 puntos anuales sino porque además se aleja de la franja del 40-45% con que se vienen revisando la mayoría de las negociaciones paritarias en las últimas semanas. Además, se ubica cerca del récord del siglo, el 53,8% con que se despidió el macrismo en 2019.

El dato es el más alto de los últimos 18 meses en la serie histórica que elabora el Citra. La paradoja es que en junio se produjo una leve desaceleración de la inflación mensual, que descendió a 3,3%. La explicación de esa aparente contradicción es que “salen de cómputo meses de inflación moderada, como abril, mayo y junio de 2020, e ingresan meses en donde la inflación fue bastante más elevada”, según señala el texto.

Aun con diferencias metodológicas con relación al Indec, que realiza un relevamiento de precios mucho más amplio, el cálculo del Citra es significativo porque se concentra en la canasta de bienes que consumen los trabajadores. Esto implica que su medición tiene una gran similitud con la “sensación térmica” que percibe el grueso de la clase trabajadora.

Según el informe, Comunicaciones fue la división de mayor incremento en junio, con un 7,1%, explicada por las alzas en Internet y telefonía celular. También fueron significativas las subas en Recreación y cultura (5,4%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (3,8%).

En tanto, Alimentos y bebidas (3,5%) volvió a subir levemente por encima de la media. Para los autores del estudio, “el fin del programa Precios Máximos fue de la mano con subas de precios en rubros alimenticios que habían tenido relativamente pocos aumentos desde el inicio de la pandemia, como lácteos e infusiones (que subieron por encima del 6% en junio). Las carnes treparon 4,5% en junio, a pesar del cierre de exportaciones por 30 días iniciado a fines de mayo. En tanto, las frutas y verduras permitieron descomprimir el índice”.

Aun con esos valores tan elevados, Cecilia Cross, rectora de la UMET, opinó que la tendencia a la baja se va a profundizar en los próximos meses. “Estamos observando una leve caída en el índice por tercer mes consecutivo, aun en el contexto de esa inflación interanual tan elevada. Creemos que se están consolidando distintas estrategias del gobierno, como una desaceleración en el aumento del dólar y la renovación de los Precios Cuidados. Hay una serie de medidas que están impactando positivamente”.