Pese a que los despidos nunca se detuvieron, ni siquiera en noviembre cuando se firmó el acuerdo en casa de Gobierno en el que los empresarios se comprometían a no realizar despidos hasta marzo de 2017, la Confederación General del Trabajo decidió salir n la primer semana de 2017 a denunciar la situación.

La CGT denunció despidos y suspensiones en diversas ramas industriales, como textil, calzado y metalúrgicos en un comunicado firmado por Juan Carlos Schmid, Secretario General en el Triunvirato que conduce la central obrera.

El dirigente aseguró que estos despidos “atentan contra la paz social, al tiempo que violan los compromisos asumidos en la mesa de diálogo social organizada al final del año pasado”.

“Resulta llamativo que en momentos donde se está anunciando una revisión de los costos laborales y de reducción de los tributos, se siguen produciendo cesantías”, manifestó el sindicalista quien conduce además la poderosa Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).

Asimismo, cuestionó los criterios con los que se busca justificar la caída del empleo: “¿son los costos los responsables de la caída del empleo o es una mala administración del comercio exterior?; ¿responde a un problema de cargas sociales o es el síntoma de la retracción del consumo?; ¿la rebaja en ciernes afectará la seguridad social?”, expresó Schmid, recordando el acuerdo firmado por las principales cámaras empresarias con la CGT y el Gobierno para evitar situaciones conflictivas hasta la reactivación de la economía: “Los empresarios continúan sumando despidos”, sintetizó.

“En el paralelo se anticipan fuertes aumentos en servicios, combustible, peajes y prepagas, abriendo serios interrogantes sobre la pauta inflacionaria del presente año, razón por la cual el Consejo Directivo en su primera reunión del 2017 estará obligado a evaluar un panorama complicado”, finalizó.

Por su parte, otro de los triunviros, Héctor Daer, se mostró “sorprendido” por los dichos del flamante ministro Nicolás Dujovne, quien afirmó que “los impuestos al trabajo” son muy altos. En ese marco el dirigente sindical y diputado del Frente Renovado señaló: “Los aportes y contribuciones no son impuestos al trabajo sino salario diferido”.

En tanto, pidió no “banalizar” la financiación de la salud de los trabajadores y del sistema previsional, y agregó: “Fue más allá el ministro. No puede decir que los fondos con los que se financia la seguridad social son ridículos. Se puede discutir todo, pero nosotros consideramos que los aportes y contribuciones no son impuestos al trabajo, sino salarios diferidos que hacen a la salud de los trabajadores, la salud de los jubilados y el sistema previsional, y a sostener el sistema que genera equidad en las sociedades. Estoy sorprendido por estos dichos del ministro”.