La CGT se mostró muy crítica de algunas de las últimas medidas de gobierno durante su primera reunión presencial del Consejo directivo desde que se inició la pandemia. En un documento difundido horas después, la Central obrera expresó su «preocupación» ante «la difusión de medidas gubernamentales que implicarían restricciones presupuestarias en relación con programas sociales, ayudas económicas a sectores productivos afectados por la crisis sanitaria y apoyo al sostenimiento de los ingresos laborales», y a la vez expresó su «reiterada vocación de diálogo» para avanzar hacia «la nueva normalidad».

La CGT reclamó, entre otras cosas, que se garantice que el cambio de fórmula de actualización jubilatoria «no perjudique a los beneficiarios del sistema previsional argentino».

Los dirigentes sostuvieron que «el esfuerzo compartido entre el Estado, los trabajadores, los jubilados, los beneficiarios de planes sociales y las empresas para transitar la pandemia, mantener el empleo y evitar la profundización de la desigualdad social no puede ni debe ser ahora dilapidado».

El consejo directivo se reunió en el edificio de Azopardo al 800 y analizó una variada agenda de temas sanitarios, económicos, de empleo y la realidad de las obras sociales. En encuentro tuvo momentos de fuertes cruces y tensión cuando algunos gremios agrupados en ‘Los Gordos’ plantearon la necesidad de realizar medidas de fuerza.

La mayoría de la conducción, que colideran Héctor Daer y Carlos Acuña, rechazó la propuesta pero avanzarán con pedidos de reuniones con el presidente y la vicepresidenta de la Nación, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, para analizar «reclamos pendientes y demandas varias» en los próximos 15 días, según difundió la agencia Télam.

En el documento difundido el martes por la noche, la CGT reconoció que «se construyó una red de contención que evitó el colapso social en los momentos más críticos» del país y que en tiempo récord se “reconstruyó un Estado olvidado y desguazado por el Gobierno liberal”.

“Compartimos y apoyamos las medidas de emergencia adoptadas en la pandemia y, con responsabilidad social, acordamos con los empresarios medidas extraordinarias para sostener el ingreso de los trabajadores», enfatizó el documento.

El consejo directivo añadió que «se negoció la renovación de los convenios colectivos de trabajo en condiciones muy críticas y se garantizó la paz social en momentos difíciles».

«Con la pandemia en curso, con la economía comenzando a moverse, con muchos sectores aún impedidos de funcionar y con secuelas económico-sociales, no es posible desarmar el andamiaje socio-económico construido con tanto esfuerzo, y hay que garantizar que el cambio de fórmula de actualización jubilatoria no perjudique a los beneficiarios previsionales», dijo.

Y en ese contexto expresó su «preocupación» ante «la difusión de medidas gubernamentales que implicarían restricciones presupuestarias en relación con programas sociales, ayudas económicas a sectores productivos afectados por la crisis sanitaria y apoyo al sostenimiento de los ingresos laborales».

La CGT expresó por último su «reiterada vocación de diálogo» para continuar «de forma equilibrada» la etapa de transición hacia «la nueva normalidad».

Obras sociales

El consejo directivo también reclamó que la campaña del Estado y la vacunación contra el coronavirus de forma gratuita a la población «sean financiadas con recursos del Tesoro Nacional, para evitar la sangría de las obras sociales».

En una carta dirigida al Superintendente de Servicios de Salud (SSS), Eugenio Zanarini, señalaron que “es preciso detener la sangría” del Sistema Nacional del Seguro de Salud y del Fondo Solidario de Redistribución.