El Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (IPC-CABA, mide inflación) registró en noviembre un incremento del 5,8% y del 82,9% durante 2022, al tiempo que respecto de igual mes de 2021, el aumento alcanzó el 89,9%, según informó la Dirección General de Estadística y Censos del gobierno porteño.

El rubro que registró el mayor incremento fue el de Vivienda, luz, gas y combustibles que alcanzó una suba de 12,4%, seguido por Seguros y Servicios Financieros con el 8,1%, Recreación y Cultura, 7,1% y Bebidas alcohólicas y Tabaco, 6,5%.

Durante el mes de noviembre los Bienes registraron una suba de 4,4%, por debajo de los Servicios que aumentaron 6,8%.

La dinámica mensual de los Bienes respondió fundamentalmente a los incrementos en los precios de los alimentos (principalmente panificados, lácteos y frutas). En menor medida, se destacaron las subas en los valores de las prendas de vestir, de los combustibles y lubricantes para vehículos de uso del hogar, de los automóviles y de los medicamentos.

En tanto, el comportamiento de los Servicios reflejó principalmente los aumentos en los valores de los gastos comunes de la vivienda, de los restaurantes, bares y casas de comida y de los alquileres.

Le siguieron en importancia, los ajustes en la tarifa residencial del servicio de suministro de agua y en las remuneraciones del personal de servicio doméstico.

Así, en los primeros 11 meses del año los Bienes acumularon un aumento de 86,5% y los Servicios de 79,8%. En términos interanuales, ambas agrupaciones se aceleraron hasta 93% i.a. en el caso de los Bienes (+4,0 p.p. respecto del mes previo) y 87,4% i.a. en el caso de los Servicios (+7,1 p.p.).

Alimentos y bebidas no alcohólicas promedió una suba de 4,2%, contribuyendo con 0,77 p.p. a la variación mensual del IPCBA.

Al interior de la división, los principales impulsos provinieron de Pan y cereales (6,2%), Leche, productos lácteos y huevos (4,7%) y Frutas (14,1%). En sentido contrario, las caídas en Verduras, tubérculos y legumbres (-4,1%) contribuyeron a quitar presión sobre esta división.

Restaurantes y hoteles aumentó 5,9%, con una incidencia de 0,64 p.p., como resultado de las subas en los precios de los alimentos preparados en restaurantes, bares y casas de comida.

Transporte registró un alza de 5,7% e incidió 0,59 p.p., debido a los incrementos en los valores de los combustibles y lubricantes para vehículos de uso del hogar. Le siguieron en importancia,

la actualización en la tarifa del viaje en taxi (que entró en vigencia el 5 de noviembre) y las subas en los precios de los automóviles.