Un huevo de pascua de chocolate de 20 gramos costará este año, según el relevamiento realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), $25. El mismo producto se conseguía en 2015 a $9,75 lo que implicó un incremento acumulado de un 186%. Del año pasado a esta parte el costo se incrementó un 42% ya que se conseguía por $17,50.

Ese producto en particular es el que más subió de un año a otro pero, en general, todos los comestibles que componen la canasta de pascuas sufrieron un incremento por encima del promedio. El CEPA, de hecho, construyó una canasta de pascuas para una mesa tipo de 4 a 5 personas que este año costará $ 890,70 cuando en 2017 se conseguía por $683,50, un incremento del 30,31%. La misma se compone, además de los tradicionales huevos y otros productos de chocolate, de una rosca de pascuas y de diversas variedades de pescados y frutos de mar que la tradición cristiana permite ingerir en reemplazo de la carne vacuna. 

El kilo de abadejo, por ejemplo, cuesta hoy un 37% más que en la Semana Santa de 2017. El filet de merluza, que de un año a otro aumentó un 26%, sin embargo, acumula desde 2015 una suba del 173%. En promedio, los pescados frescos subieron un 31,81% en un año mientras que las conservas de ese producto, por su parte, lo hicieron un 19,83% aunque con una fuerte dispersión ya que la Caballa, de peor calidad, subió un 7,2% mientras que la sardina lo hizo en un 56%.

Un estudio de la Universidad de Avellaneda (UNDAV) coincidió en el diagnóstico general pero realizó un estudio basado en tres tipos de canastas, según el tipo de consumo. Así, la canasta atribuida a la clase media ($893), según este estudio, se incrementó un 27,5% mientras que la de los sectores más relegados ($390) subió un 29%. En el caso de la denominada canasta premium la inflación se ubicó por debajo de la inflación general ya que creció un 11% ubicándose en $1.214. Esto ocurre porque los frutos de mar, incluídos en la versión premium, subieron menos que los pescados frescos.

El informe, además, aporta el dato de la cantidad de canastas de pascuas que se pueden comprar con un salario promedio en la Argentina y las sitúa en 24 cuando en 2017 con el salario promedio se podía afrontar el costo de 27 canastas. Así las cosas, el poder adquisitivo se retrajo un 7,5% en apenas un año. Esta realidad que difiere con lo que indican las estadísticas oficiales que dan cuenta de una supuesta recuperación del salario sobre la inflación algo que, al menos en pascua, no se pondrá de manifiesto. La UNDAV también destaca un pérdida del poder adquisitivo del salario mínimo que la sitúa en un 7,1% y de la AUH de un 6,9% en comparación con la canasta de pascua más modesta.