El acampe en el edificio de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires abrió una nueva etapa de negociaciones que serán complejas y difíciles. Los protagonistas de ambos lados de la mesa mantienen una mutua desconfianza y creen que la otra parte provocará el levantamiento del diálogo.
El pasado miércoles 11, más de un millar de trabajadores precarios y asociados a cooperativas que trabajan en obras públicas dentro de la Ciudad de Buenos Aires comenzaron una protesta frente a la Jefatura de Gobierno porteña, en el barrio de Parque Patricios, que derivó en la toma pacífica de esas instalaciones.
El reclamo a las autoridades apuntaba a que luego del llamado ‘piquetazo’ del 28 de abril, las autoridades porteñas no generaron ninguna instancia de negociación con los movilizados.
Se trata de cooperativas de trabajo que realizan diversas obras para el Gobierno de la Ciudad, desde veredas y limpieza hasta arreglo de escuelas y comedores en los barrios de menores recursos.
El planteo que levantan es de lograr trabajo genuino, un incremento del ingreso que cobran del 40%, la incorporación de 400 nuevos trabajadores y la cobertura de obra social y previsional por parte del gobierno de la Ciudad, además de la eliminación del impacto del tarifazo.
Mañana se debería realizar la primera reunión generada tras el acampe que duró 19 horas y concluyó en la madrugada del jueves 12. Según pudo saber Tiempo, los representantes de los trabajadores serán recibidos por Gabriel Salas, director de la Unidad de Gestión de Intervención Social (UGIS). Salas ya había ofrecido un incremento de los haberes del  23% en la reunión del 28 de abril, con la promesa de «evaluar» un 4% adicional para la segunda mitad del año.
Desde el gobierno porteño aseguraron que no habrá novedades en relación a lo que pudieran ofrecer a los cooperativistas. «Nos piden el 40% de aumento y más trabajo. No estamos de acuerdo con el fondo ni con la forma de la cuestión», indicó un funcionario el jueves, tras el levantamiento del acampe.
Antes, el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, había impugnado a los organizadores del acampe (las organizaciones Lucha y Trabajo, Polo Obrero, El Sol y el Frente Popular Darío Santillán, entre otras). «Son cooperativas con las cuales estábamos con un diálogo en marcha. En el medio de esto hicieron esto con un nivel de agresividad. Son organizaciones muy politizadas. No sé la real motivación. No podemos establecer un diálogo en el marco de la violencia y la agresión. En estas condiciones no podemos dialogar.»
En el gobierno porteño aseguran que además de la UGIS, en el diálogo con los trabajadores cooperativizados también participarán funcionarios del Ministerio de Hábitat y Desarrollo Humano que dirige Guadalupe Tagliaferri. Si bien aseguran que los argumentos técnicos «estarán cubiertos» con la presencia de la segunda y tercera línea de esa cartera, en el gobierno porteño no ven posible un acuerdo en el corto plazo. «Los reclamos que hace este grupo no es representativo de las más de 100 cooperativas que trabajan con nosotros», aseguraron. «