Una importante cantidad de estaciones de servicio de todo el país dejará de aceptar pagos con tarjeta de crédito, en un nuevo giro del conflicto que mantiene este sector con las empresas emisoras de plásticos. La medida comenzaría a aplicarse a partir del próximo 1 de enero.

La decisión la tomaron los dueños independientes de estaciones de servicio agrupados en la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA).

Las emisoras de tarjetas de crédito se quedan con el 1,5% de la facturación total de las estaciones de servicio. Además, las emisoras depositan el dinero generado por las ventas de combustibles en las cuentas de los estacioneros con al menos 28 días de demora.

Pero el 1,5% de la facturación representa un fuerte porcentaje de las ganancias de las estaciones. Según Carlos Gold, presidente de CECHA, «las empresas de tarjetas de crédito se quedan con el 15 por ciento de la rentabilidad de un estacionero que afronta todos los riesgos de este rubro comercial con márgenes que ya son reducidos».

Gold detalló que CECHA comenzó hace cuatro años con los reclamos a Prisma, la firma que gestiona las operaciones crediticias de la tarjeta Visa, a fin de reducir las comisiones que cobra y modificar los plazos de acreditación del dinero. Prisma es controlada por 14 bancos públicos y privados.

«No lo planteamos sólo desde el punto de vista económico, sino también desde la necesidad de impulsar el pago con medios electrónicos para reducir el uso del efectivo por la seguridad física de los que trabajan en las estaciones de servicio», agregó Gold.