El Indec dará a conocer este miércoles el Índice de Precios al Consumidor correspondiente a febrero y todo indica que el número ratificará una nueva tendencia alcista de la inflación. Las mediciones de la mayoría de las consultoras y entidades privadas sitúan sus pronósticos en torno al 2,5 por ciento.

El impacto de la suba de tarifas en transportes públicos en el área metropolitana fue uno de los principales motores del índice, según la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), que calculó un incremento del 2,4% en la canasta de bienes y servicios que consume un trabajador tipo. Otro empujón lo dio el traslado a los precios de la suba del dólar, que llegó a los $ 20,50 y debió ser frenado con una masiva venta de divisas por parte del Banco Central.

Si los números se confirman, quedaría ratificado que la inflación, lejos de descender, retomó fuerzas para acomodarse por encima de la banda del 25% interanual que ya alcanzó en enero. Ese valor supera en diez puntos la pauta que el gobierno flexibilizó a fin del año pasado y que parece muerta a poco de nacer. El mercado no la respeta y espera un 19,9% para todo el año, según el promedio del último relevamiento de expectativas que hizo el Banco Central.

Para el gobierno, la situación no es tan grave. «La inflación más alta del año será la de febrero. Desde mayo va a bajar», aventuró el viceministro de Hacienda, Sebastián Galiani. «No se puede extrapolar el cuatrimestre a todo el año, ya que los ajustes caen en la primera parte», dijo el funcionario sobre los aumentos en las tarifas de electricidad, de gas, de transporte, de prepagas y los combustibles que ya hubo y que se reiterarán en abril. Olvidó señalar que para junio hay estipulada otra ronda de subas en los boletos de tren y colectivo, y que en octubre volverá a subir el gas. Además, las naftas están virtualmente dolarizadas. «Los ajustes tarifarios, por naturaleza, son inflacionarios en el corto plazo. Cuando la variación anual de los precios regulados es del 38,7% anual, como ocurrió en 2017, resulta imposible que la inflación esté en el 17%», señaló Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano.