Mientras el gobierno nacional avanza con la reducción de su Gabinete, los empresarios que actúan en los sectores productivos redoblan la presión en busca de soluciones a sus problemas y ya no dudan en hablar del «fracaso» de la política económica de Cambiemos, a la vez que advierten sobre las posibles consecuencias del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

La salida de Federico Sturzenegger de la presidencia del Banco Central (BCRA) en medio de una nueva corrida cambiaria terminó por perturbar también a las grandes empresas del comercio y los servicios, cada vez más incómodas por la caída del consumo y molestas por las señales contradictorias que leen en las medidas de la administración nacional y que les generan incertidumbre.

En la semana que pasó, varias cámaras empresariales de los sectores de la industria más afectados por las importaciones y la caída del mercado interno denunciaron que el ex ministro de Producción, Francisco Cabrera, los apretó para que suspendieran una conferencia de prensa que realizaron el miércoles, en la que informaron sobre la situación de caída de ventas por achicamiento del mercado interno y las importaciones, y reclamaron una serie de medidas de promoción.

Pero las críticas se afirman también entre los grandes industriales nucleados en la Unión Industrial Argentina (UIA). Por caso, el prosecretario de la entidad, Jorge Sorabilla, les restó peso a los cambios en el Gabinete y condicionó la posibilidad de un cambio de signo en la marcha de la actividad a un cambio rotundo de la orientación económica.

«La economía productiva fracasó y la general también», señaló el dirigente textil, quien advirtió que «de seguir por el mismo sendero no podemos esperar mejor suerte».

A la par, un hombre fuerte de la industria del interior graficó la llegada de Caputo al Banco Central con una imagen trillada en la era Cambiemos: «Están poniendo el lobo en el gallinero. Es un tipo que sabe juntar dinero pero no nos genera ninguna expectativa positiva» al frente de la entidad monetaria.

La fuente coincidió con su par textil en que si no cambia el modelo económico, «la industria va a seguir afuera de todo», y aprovechó para despedir a Sturzenegger con críticas a la última corrida cambiaria: «Para nosotros es un desastre. El dólar tiene que tener un tipo de cambio determinado en el marco de un programa económico. Si sube y baja a nosotros nos destruye».

Los pymes adhieren a esa posición. Ariel Aguilar, de la Confederación General Empresaria (CGERA), definió la designación de Caputo como «la continuidad». El empresario lamentó que, como consecuencia de la política de Sturzenegger, la industria no tiene precios de referencia y auguró para la nueva gestión «más caída de consumo, más apertura comercial y dolarización de tarifas y combustibles».

El humor es similar en sectores del agro que podrían afrontar un congelamiento de la reducción de las retenciones a las exportaciones a pedido del FMI.

El presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, admitió que está «preocupado» por el acuerdo con el ente internacional, y se refirió a los cambios en el Gabinete con una advertencia puntual: «Si son para seguir con la misma política monetarista no nos parece adecuado. No se puede apostar por un achique de la producción y de las exportaciones».

El ruralista planteó que Coninagro necesita un tipo de cambio «alto» con bajas tasas de interés para exportar y generar divisas, pero lamentó que en dos años y medio de política económica macrista «no se pudo generar seguridad y ahora está el fantasma del FMI, que nunca fue positivo para la producción».

Los comerciantes, que hasta la semana pasada se mantuvieron al margen de las críticas al gobierno, advirtieron anteayer que la actividad cayó un 4% en lo que va del año como consecuencia de «errores» de la política económica.

El secretario de la Cámara de Comercio y Servicios (CAC), Mario Grinman, evitó confrontar con Balcarce 50 y destacó a Sturzenegger y a Caputo si bien expresó que «hay una reacción desmedida del mercado y de todos nosotros, que estamos como paranoicos y eso no ayuda».

Sobre los cambios, agregó que «el único que no se puede reemplazar es el presidente (por Macri). Los ministros son cambiables si no hay resultados. Son fusibles. Como en la empresa, si un gerente no rinde se lo cambia».

El gerente de InvertirOnline, Alejandro Bianchi, también cuestionó la gestión de Sturzenegger y le puso fichas a Caputo, si bien reconoció la chance de una posible «depreciación en los próximos días que continúe con la sangría». «