El secretario de Interior de la CGT y hombre de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Francisco «Barba» Gutiérrez, acusó a los dirigentes industriales de «no hacer ningún esfuerzo» para evitar los despidos y consideró «innecesario mantener la mesa de diálogo» si las empresas no asumen el compromiso de mantener hasta marzo las plantillas de empleados.

Gutiérrez salió al cruce del vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, quien a poco de finalizado el encuentro de la Mesa por la Producción y el Trabajo aseguró al portal informativo Letra P que «el acuerdo para no despedir no tiene carácter legal ni consecuencias».

Para algunos dirigentes gremiales de los que estuvieron en la reunión la afirmación de Funes de Rioja, un hombre relacionado a la industria alimenticia que es la que más empleados tiene en el sector productivo, fue como una mojada de oreja, además de una nueva evidencia del tandem gobierno-empresas.

Gutiérrez se mostró molesto con Funes de Rioja. En diálogo con Tiempo, consideró que «si la mesa de diálogo va a ser para compromisos que no se cumplen porque la UIA así lo promueve entonces no tiene sentido que exista».

Por la misma razón, el «Barba», consideró innecesaria la apertura de mesas de trabajo con una contraparte que no quiere abordar «la política económica del gobierno; el problema de las tarifas; la caída del emple; o la situación con las importaciones».

En referencia a su sector en particular, el también ex intendente de Quilmes alertó que la decisión de abrir las importaciones de computadoras amenaza con provocar 10 mil despidos inmediatos. En ese contexto dijo que «queremos que el acta (que los empresarios firmaron en la reunión) sea efectiva. Que se cumpla».

En el encuentro que se realizó en la sede central de la CGT, «Funes de Rioja hacía objeciones permanentemente. Cuando nosotros hablábamos de compromiso, él insistía con que se redacte la palabra ‘esfuerzo'», comparó el metalúrgico, quien agregó: «El ministro de Trabajo (Jorge Triaca) dijo que estamos muy vulnerables por el déficit fiscal que no pueden abordar a fondo y que frente a este panorama tenemos que sostener el empleo y la demanda».

Por último, Gutiérrez volvió a cargar contra la dirigencia industrial: «La UIA no hace ningún esfuerzo. No apoya el reclamo para que el gobierno abra una mesa para discutir un plan industrial. Nosotros queremos saber qué va a pasar con la automotriz, la siderurgia, electromecánica, la energía. Uno se entera de que se le condona la deuda a las eléctricas y después Edenor compra las acciones que Anses tiene en las petroleras. No se entiende».

Pero con todo el malestar, el hombre de la UOM no pudo garantizar posibles protestas contra la administración de Cambiemos y su gabinete económico.

Otro que fue de la partida en Azopardo 802 fue el titular de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, quien lamentó los dichos de Funes de Rioja y advirtió que de no mediar un compromiso empresario la política económica del gobierno «va a tumbar a las pymes».

«Los empresarios podrán decir lo que quieran pero la verdad es que el gobierno les sacó las retenciones al campo y a las mineras y le condonó la deuda a las eléctricas. Si no cumplen a mi no me asombra. Lloran pero los que se están jodiendo son los laburantes», acusó.

Lingeri relacionó la actitud empresaria con el proyecto oficial para subir el mínimo de Ganancias: «Este proyecto no toma en cuenta la inflación» por lo que «el año que viene va a haber más trabajadores tributando en relación a este año».

Pese al descontento, y en coincidencia con Gutiérrez, el hombre de Obras Sanitarias señaló que «la CGT no tiene planteada una protesta» porque «no queremos más tensión ni que nos pasen más facturas».

Desde la vereda de la Corriente Federal Sindical, la facción de la CGT más crítica del gobierno, el dirigente gráfico bonaerense, Héctor Amichetti, se manifestó escéptico respecto de la posibilidad de que las empresas respeten el acuerdo.

«Más allá de lo que se conversa en la mesa de diálogo cuando hay que enfrentar los despidos en los lugares concretos las empresas se desligan de todos los acuerdos que hayan firmado las cámaras», señaló. Lo anunciado hoy, para este dirigente, «puede haber sido una expresión de voluntad para atenuar pero la realidad está golpeado de tal manera que se plantean muchas incógnitas».

Amichetti indicó que «hay empresas que están anunciando que van a despedir gente como La ley, del grupo Thompson Reuters, que ya avisó que va a echar personal a fin de mes. Hay que ver las cosas en la práctica. Esos acuerdos son expresiones de buena voluntad pero la CGT no reacciona. Este diálogo no tiene el respaldo de un gobierno con voluntad de escuchar posiciones del otro lado de revertir su plan económico y su política social», concluyó.