Una encuesta del Centro de Opinión Pública y Estudios Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales (COPES) de la UBA arrojó que la mitad de los argentinos se prepara para una Navidad «más austera» y «menos abundante» que la del año pasado. El dato se condice con el humor social actual, previo a las Fiestas, también relevado por la encuesta y que señala que casi la mitad de los argentinos está «preocupado» o «enojado» ante la situación económica y social.

Carlos De Angelis, responsable del trabajo, realizado entre el 10 y el 13 de diciembre por teléfono entre 990 personas, le dijo a Tiempo que «se ha consolidado un sector de la población en el que prima el mal humor». El 26,6% de los entrevistados por COPES dijo estar preocupado mientras que el 22,7% manifestó su enojo con la situación. En cambio, solo un 12% se manifestó optimista y un 24,5% dijo estar esperanzado.

Este estado de ánimo se debe, señaló De Angelis, a la pérdida del poder adquisitivo del salario y de lo singresos en general. «Esta pérdida atraviesa prácticamente a todos los sectores; solo un pequeño grupo asegura estar económicamente mejor ahora que a principios de año. Cayó la calidad de vida y algunos sectores ven que peligran consumos muy importantes para su vida».

Para estas Fiestas, esta caída del consumo se notará en que el 50% de los encuestados aseguró que su mesa será menos abundante que la del año pasado. Desagregado por niveles de ingreso, casi el 60% de los que ganan menos de 6000 pesos por mes opina de esta manera. De los que tienen ingresos entre 6000 y 12 mil pesos, esa respuesta baja al 52,9%. Es notable que en el sector con ingresos de hasta 50 mil pesos, la previsión de una mesa navideña menos abundante toca al 33,2%, es decir uno de cada tres. Y de entre los que cree que su mesa será más abundante este año respecto de 2015, solo hay una cifra contundente en el sector de ingresos superiores a los 50 mil pesos, en donde se registra un 25% de personas que observa esa posibilidad.

Por otro lado, tres de cada diez personas admitieron que no comprarán regalos mientras que el 5% consideró que tiene capacidad para gastar más que en 2015, el 20, 6% admitió que tratará de gastar lo mismo y el 31,9% intentará gastar menos.

Lógicamente, la menor compra de regalos navideños está íntimamente asociada a la caída del poder adquisitivo del salario y se manifiesta con más fuerza en los sectores de menores ingresos. La encuesta refleja que el 42,9% de los que consideran que este fue una año «bueno» en términos personales mejoraron su poder adquisitivo. En la otra punta, uno de cada tres de quienes creen que el año fue regular o malo hicieron un balance del año «regular» o «malo».

«El impacto de la caída de los ingresos familiares es muy fuerte», analizó De Angelis, quien consideró que el presente afecta también la percepción del futuro. Así, el año 2017 aparece con «fuertes nubarrones», aseguró De Angelis.»Hay una percepción pesimista del año que viene. Antes, era mayor la cantidad de gente que creía que 2017 iba a ser un año mejor», indicó. Para este sociólogo, el pesimismo social tiene que ver con la experiencia concreta. «Fracasaron la teoría del derrame y el eslogan de que en el segundo semestre las cosas irían a mejorar», describió. «Perdieron credibilidad y pasaron al grupo de las frases que la gente recuerda con sorna», agregó.

La encuesta de la UBAabunda en otros asuntos, como la evaluación de la acción de gobierno, que arrojó un puntaje promedio de 5,08, bastante lejos de los 8 puntos que se autoadjudicó Mauricio Macri en una entrevista periodística. Esto tiene un correlato con las elecciones de 2017: solo el 30% admite que votará a los candidatos oficialistas.«